En el Bilbao de los años ’80 y ’90, teníamos una expresión entre niños cuando alguien te retaba a una carrera.
Nadie sabe lo que significa «putxi kagalera» pero era el incentivo que necesitábamos para potenciar un esfuerzo extra y no llegar el último.
Si acabas de llegar al mundo de la IA, tendrás la sensación de que llegas tarde.
Y si llevas algo más de tiempo, seguramente que te estás ya quedando atrás.
Porque o te dedicas a esto o, es muy difícil seguir el paso a una tecnología que evoluciona tan rápidamente. Ya sabes, toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.
Si eres un poco ‘friky’, te gusta la ciencia ficción yademás tienes ya unos años, seguro que has visto la peli de ‘Minority Report’. Esa de Steven Spielberg en la que Tom Cruise hace de policía del «pre-crimen» Una unidad especializada en adelantarse a que ocurra un homicidio y detener al sospechoso antes de que cometa el crimen.
La peli tiene una trama bastante lograda, pero lo realmente alucinante es la cantidad de avances tecnológicos que nos presenta integrados en el día a día que en el año 2002 eran, y nunca mejor dicho, pura ciencia ficción.
El coche autónomo (Audi hizo un propotipo para la peli), el reconocimiento facial, la publicidad hiper-personalizada, poder leer el periódico en una tablet, la realidad virtual inmersiva o… la propia predicción del crimen.
Porque en la peli usan una cosa muy «marciana» para predecir el delito, pero ¿qué pensarías si te digo que en Estados Unidos, 20 estados tienen un sistema que se llama Compas (Correccional Offender Management Profiling for Alternative Sanctions) que básicamente ofrece una probabilidad de que un individuo reincida?
Para ello el modelo utiliza, entre otros, los antecedentes penales, la edad, las condiciones sociales y personales y el tipo de delito cometido.
Con ello se genera una puntuación que los jueces usan como apoyo para tomar decisiones sobre la sentencia y la libertad condicional. Y como podrás adivinar, el sistema no sólo no es perfecto, sino que tiene sesgos muy evidentes.
Si eres negro, únicamente por el hecho de serlo, vas a salir con una mayor probabilidad de cometer un delito comparado con un blanco con el que compartas el resto de las variables.
Bien.
Estados Unidos lo tenemos más o menos controlado porque no dejamos de ser un mercado muy interesante para sus empresas tecnológicas.
Gran parte del crecimiento en la valoración de estas compañías viene del uso que hacemos los europeos de sus tecnologías.
Lo que no está tan claro es qué está haciendo China. Porque a Europa nos llega muy poco de sus desarrollos. Y mucho menos de la aplicación que hace el Gobierno para el control social. Lo que sí sabemos es que ‘DeepSeek’ y ‘Manus’ han sido dos grandes disrupciones en el mundo de la IA en este 2025.
Y que el resto de empresas chinas están utilizando estos modelos (OpenSource) para desarrollar nuevas aplicaciones sobre ellas.
Soluciones que desconocemos (como ejemplo el famoso WeChat) porque simplemente no nos llegan. Así que si tienes la sensación de que en el mundo de la IA vas (vamos) tarde, es verdad.
No lideramos esta campo y somos meros consumidores de tecnologías que desarrollan otros.
Por eso debemos repensar nuestra estrategia como compañía. La pelea por el liderazgo de la IA es una cosa que nos debe preocupar pero lo que realmente debe ocuparnos es cómo la integramos en nuestros procesos.
Porque ahí si que podemos competir. Siendo más eficientes. Personalizando nuestros servicios.
En definitiva, siendo más competitivos. En los campos y sectores donde sí que sabemos competir. Pero con tecnología.
Y eso no es tan sencillo como simplemente comprarte la última licencia de ChatGPT o DeepSeek y pedir a tus trabajadores que sean innovadores y usen IA generativa. Requiere que te «mojes» y que como directivo lideres el cambio.
Con recursos y presupuestos sostenidos en el tiempo.
Tomar la decisión es el primer paso.
El segundo es rodearte de un partner que te ayude, porque solo no vas a poder.
Si no lo haces, corres el riesgo de llegar el último.
Encantado de tener una conversación.
Iñaki Pertusa Socio en DECIDATA

