El sector alimentario y farmacéutico se ve beneficiado por biorreactores inteligentes fabricados por Cultzyme

Un control biológicamente activo es posible gracias a la creación de un ambiente específico generado por los dispositivos de Cultzyme

La compañía tecnológica vasca Cultzyme, se dedica a la fabricación de biorreactores inteligentes para los sectores alimentario, farmacéutico y biomateriales. A través de estos dispositivos se puede, por ejemplo, producir alimentos con un elevado índice de control, ya sea mediante un cultivo celular o una fermentación de precisión…

Proporcionamos a quienes buscan conocer y estandarizar sus productos las herramientas, los datos y los conocimientos necesarios para conseguir resultados únicos y totalmente diferenciales que puedan replicarse con la facilidad de pulsar un botón”, explican sus responsables.

En el caso del sector farmacéutico, sus biorreactores permiten “la producción de productos farmacéuticos de alta calidad, incluidos anticuerpos monoclonales y vacunas… Hacemos todo lo posible para garantizar que nuestros biorreactores cumplen los requisitos de laboratorio, proporcionando a nuestros usuarios la seguridad que necesitan para llevar sus productos al mercado”, añaden desde Cultzyme cuyos promotores aseguran que su compromiso con la innovación, la calidad y la satisfacción del cliente “nos distingue en el sector”.

En cuanto a los alimentos, sus sensores y sistemas de control avanzados optimizan las condiciones de crecimiento. De esta forma se lleva a cabo de manera eficiente el cultivo celular y la fermentación de precisión para producir ingredientes alimentarios de alta calidad. La tecnología ideada por Cultzyme se completa con los biomateriales. “Nuestros biorreactores brindan un entorno controlado para el crecimiento de diferentes tipos de células y microorganismos, lo que garantiza la seguridad de los biomateriales y cumple con los requisitos reglamentarios de la industria”, detallan.

La tecnología desarrollada por esta firma ofrece varias aplicaciones innovadoras, como es el control de cada proceso que permite acelerar o detener dichos procesos “sin alterar sus características organolépticas”. Junto a esta utilidad, posibilita la “optimización de la temperatura y una maceración acelerada, así como la medición molecular que permite conocer con precisión la evolución interna del producto”, concluyen desde Cultzyme.

+info: www.cultzyme.com