«¡Copiad insensatos!»- Futurizable

AUTOR: Javier Martían/ Futurizable

Mucho del aprendizaje humano se realiza por imitación, de hecho aunque nos repetimos una y otra vez que somos el animal más inteligente sobre el planeta, hay quienes piensan que lo que nos diferencia no es nuestra inteligencia en sentido estricto sino nuestra capacidad para aprender por imitación.

En el libro Dignos de Ser Humanos hay una explicación maravillosa de hasta qué punto la capacidad de imitación es una característica fundamental en nuestra especie, entre los muchos experimentos extraños que se nos ha ocurrido a los humanos hacer, está el de intentar averiguar quién es más inteligente a los 2 o 3 años de edad, si un chimpancé, un orangután o un bebé humano. La realidad es que a esas edades en cosas como la inteligencia espacial, el cálculo o la causalidad, los chimpancés son tan capaces o más de lo que somos nosotros, pero en esos experimentos tan adorables hubo una categoría en la que los bebés arrasaron al resto de participantes, en el aprendizaje social, cuando la actividad consistía en aprender los unos de los otros, casi todos los bebés alcanzaban un resultado del 100% y la mayoría de los monos 0. Somos máquinas de aprendizaje hipersocial. Estamos hechos para aprender, establecer contactos sociales y jugar.

Podríamos decir que estamos diseñados para ello. Los seres humanos tenemos algunas características en nuestra especie, por ejemplo nos ruborizamos, que si lo piensas no parece una habilidad especialmente útil porque es una demostración de vulnerabilidad que nos dificulta, entre otras cosas, engañar a otros, por ejemplo. Igualmente tenemos algo muy peculiar en nuestra mirada, el blanco de los ojos. Gracias al blanco de nuestros ojos sabemos hacia dónde mira cada uno de nosotros. Todos los demás primates producen melanina, que oscurece el blanco de sus ojos y hace mucho más difícil saber hacia dónde están mirando. Estas y otras muchas características nos permiten establecer relaciones sociales, comunicarnos y en definitiva servir de modelos de para que otros nos imiten y que otros sirvan de modelos para que nosotros les imitemos.

Y esto ¿por qué importa? bueno, imagina un planeta con dos tipos de seres humanos, los genios y los copiones. Los genios son mentes privilegiadas y 1 de cada 10 inventa algo excepcional a lo largo de su vida, por ejemplo una caña de pescar. Los copiones son sin embargo mucho menos inteligentes. Solo 1 de cada 1000 es capaz de aprender a pescar por sí mismo.

Esta proporción significaría que los genios son 100 veces más inteligentes, pero también tienen una desventaja, son muy poco sociales. Por término medio solo tienen un amigo, por lo que solo enseñan a uno más a pescar. Mientras los copiones son 10 veces más sociales, es decir, cada uno se relaciona con otros 10. Aunque no son muy listos, solo en la mitad de los encuentros el conocimiento se transmite exitosamente. Es decir, tenemos un grupo 100 veces más inteligente que el otro, pero el otro es 10 veces más sociable que el primero. ¿Quién gana? ¿Cuál de los dos grupos se beneficiará más de sus invenciones? un antropólogo llamado Joseph Henrich se ha dedicado a calcular esto y según sus resultados 1 de cada 5 genios sabrá pescar, bien porque lo habrá descubierto por sí mismo o porque lo haya aprendido de otros mientras que en caso de los copiones sólo el 0,1% de ellos descubre por sí mismo cómo hacerlo, pero el 99,9% de ellos acaba sabiendo pescar, porque lo aprenden del resto. Los humanos somos esos copiones. A partir de la imitación aprendemos a hablar, a movernos, a cazar, a comportarnos y a relacionarnos con otros, a entender el contexto y por su puesto, aprendemos qué y cómo debemos desear.

Este texto del podcast 133 de Jaime Rodríguez de Santiago es de los que demuestran que siempre hay cosas nuevas que aprender y de que no debemos conformarnos con pensar que ya sabemos mucho de algo o que lo que normalmente se ha dado por hecho no siempre tiene por qué ser válido. En este caso, durante mucho tiempo he huido de la imitación, incluso he evitado hablar de las veces en las que he copiado o me he inspirado en otros para hacer algo que posteriormente ha tenido éxito. Por ejemplo esta newsletter. Cuando llevaba muchos años escribiendo en un blog y me apetecía un cambio de formato, simplemente me inspiré en lo bien que le iba a David Bonilla con la Bonilista y así nació Futurizable.

Por lo tanto, gracias a Jaime Rodríguez de Santiago, al que por cierto acabo de copiar aquí una parte importante de su creación, al transcribir sus palabras, espero que no se moleste, para mí ha caído un mito. A partir de ahora copiaré más, pero también espero hacerlo mejor, porque lo que también pienso que hay que saber copiar bien si quieres tener éxito. Veamos un ejemplo de ello.

En enero de 2019 surge en Twitter la cuenta Visualize Value, que se dedica a representar de manera visual una serie de ideas, frases y modelos mentales que hasta ahora sólo habían sido expresadas por escrito. Sin duda Jack Butcher ha creado escuela, de hecho se dedica a dar cursos sobre ello. Y un año después aparece también en Twitter la cuenta GoLimitless, que claramente sigue el mismo estilo de Visualize Value, aunque en mi opinión a veces lo mejora al introducir el componente el color que ayuda a comprender mejor el mensaje que se quiere transmitir.

¿Ha copiado GoLimitless a Visualize Value? a saber, porque haciendo búsquedas en Twitter y en Google no aparecen referencias al respecto, pero ¿Importa en algo que GoLimitless haya copiado a Visualize Value tras saber que la naturaleza nos ha hecho copiones y que además de ello depende nuestro éxito como especie?

¿Quiere decir esto que debemos dejar de intentar innovar y dedicarnos exclusivamente a copiar? !para nada! porque de hecho inventar e innovar no es lo mismo. Por ejemplo Apple no inventó el reproductor de mp3, ni el smartphone, ni la tablet, ni el smartwatch, ni los auriculares inalámbricos y sin embargo ha arrasado con el iPod, el iPhone, el iPad, el iWatch y los AirPods. Además a Apple también le han copiado mucho, por ejemplo el famoso notch del iPhone ha sido copiado por casi todos sus competidores, dejando en evidencia su falta de originalidad y demostrando que Apple sigue siendo el líder indiscutible diseñando productos de electrónica.

Así que ya sabes, cuando andes falto de ideas, como me pasaba a mí antes de escribir este artículo, siempre puedes recurrir a los mejores y copiarles, porque al menos tendrás el consuelo de estar siendo un buen copión (o copiota, como decíamos en mi cole) ayudando a difundir el conocimiento.