No abras este mail. (Tranquilo no es un virus)

Tenemos un deseo irrefrenable de hacer lo que nos dicen que no debemos. 

Desde que somos bien pequeños. 

No corras que te vas a caer. No comas gominolas antes de cenar. No veas la televisión. No te subas al sofá. 

Está tan metido en el subconsciente que tiene un efecto espejo. Y resulta que cuando nos dicen que tenemos que hacer algo, nos cuesta una eternidad ponernos a ello. Rebeldes a nuestro pesar. 

Con la Inteligencia Artificial está pasando algo parecido. Has oído en tantos sitios que es el futuro. Que tu empresa no puede vivir sin ella. Que tienes que ponerte manos a la obra. 

Tanto gurú metiéndote prisa que llegas a pensar que tienen razón y que deberías ponerte a ello.  

Hoy mejor que mañana. 

Pero luego vienen los marrones del día a día.
Y lo urgente se acaba imponiendo. 

Así que pasan los meses y la vida sigue. Los robots no nos han invadido y la Inteligencia Artificial sigue siendo un capítulo aparte en la Ciencia Ficción. 

Aquí es donde está el espejismo. Porque sin darnos cuenta caemos en el embrujo de los cambios imperceptibles. Pequeños cambios con un impacto acumulado brutal. 

Igual que «tenacitas» en la olla. Si calientas el agua poco a poco no se dará cuenta de que acabará cocida.  

Porque la Inteligencia Artificial está ya entre nosotros. Y ha llegado de manera casi imperceptible. Cada vez que desbloqueas el teléfono móvil con tu huella dactilar. Cada vez que eliges una serie en tu casa. Cada vez que entras a un parking. Todo es Inteligencia Artificial. 

La cara visible de un proceso más profundo. Empresas que mejoran sus procesos gracias a los datos. Compañías que son más efectivas en sus campañas de marketing porque conocen mejor a sus clientes. Cadenas logísticas más eficientes porque son capaces de anticipar la demanda.  

Proyectos incipientes o no tan incipientes que tienen un efecto multiplicador dentro de la empresa. Siempre es más fácil hacer un caso de uso cuando ves el impacto que ha tenido en un área parecida a la tuya. 

No es necesario entender la ciencia que hay detrás. Siempre que te demuestren el impacto. Pero de verdad. Sin magia. Bien explicadito. Lo que funciona, lo que realmente funciona, lo entiende todo el mundo.  

Así que puedes quedarte sentado y pensar que esto no llegará a tu sector. Que puedes seguir haciendo las cosas igual que las has hecho siempre.   

O… 

Responder a este correo y cerrar una reunión. 

Porque cuando te contemos lo que hemos hecho en otras empresas parecidas a la tuya con los datos que tenían disponibles, te preguntarás cómo no se te había ocurrido escribirnos antes. 

Pero claro, siempre es más divertido hacer lo que no se debe.  

Eso ya lo dejo a tu elección. 

Encantado de tener una conversación.

Iñaki Pertusa
Socio en DECIDATA