
SANTIAGO (Reuters) – Cuando comenzó a dispararse la demanda mundial de litio en 2016, la entonces presidenta chilena Michelle Bachelet le encargó a la cuprífera estatal Codelco la tarea de entrar al novedoso mercado del componente para baterías y sacar jugo a las reservas que posee la nación sudamericana.
La minera -que transfiere todas sus ganancias al Estado- dijo entonces que buscaría un socio para que le ayudara a extraer el litio, con el que Bachelet quería beneficiar a todos los chilenos.
Pero tres años después aún no tiene uno, los planes sufrieron reveses y se han ralentizado por barreras judiciales y regulatorias, y hay un decreciente apoyo dentro de la empresa para llevarlos a cabo, según una revisión de Reuters de documentos oficiales y entrevistas con ejecutivos de la firma.