Reclama a los empresarios que fomenten la participación de sus empleados en la gestión, en el capital y en los resultados
Otro modelo de empresa y de relaciones laborales. El Parlamento vasco ha aprobado este jueves, por unanimidad, una proposición no de ley que defiende un cambio de modelo empresarial que se base más en los trabajadores y fomente su participación, no solo en la gestión, sino también en el capital y en los resultados de las empresas.
Es una corriente mundial. Todavía minoritaria, pero que cada día empapa a más empresas, empresarios y a los propios empleados, que toman conciencia de que cambiar salario por fuerza de trabajo es una ecuación insuficiente para empezar a labrar las relaciones laborales del futuro.
El laborismo británico anunció la semana pasada que ya está en ello. La mano derecha de Jeremy Corbyn y responsable de las propuestas económicas del partido, John McDonnell, anunció que si el Partido Laborista llega al Gobierno, fijará por ley la obligación de que las grandes empresas creen un fondo de propiedad para entregar parte de sus acciones y sus dividendos a los empleados.
El Parlamento vasco cree que en Euskadi, una comunidad con uno de los más desarrollados sistemas cooperativos como Mondragón, y con el único grupo de empresas no exclusivamente cooperativas que aplica estilos de relaciones basados en las personas, NER Group, existe un magma para ir un paso más allá y empezar a poner sobre la mesa el 5.0 en la industrialización, pero esta vez poniendo el foco en el desarrollo de las personas.
La Cámara vasca ha instado al Gobierno a que elabore e implemente un plan de actuación para la promoción de un modelo inclusivo-participativo en las empresas para su desarrollo en la presente legislatura. Un modelo que oscile entre los valores de las cooperativas y las mercantiles tradicionales. A instancias de la Asociación de Amigos de Arizmendiarreta (ALE en su acrónimo en euskera) la iniciativa ha llegado al pleno del Parlamento consensuada y firmada por los cinco grupos parlamentarios -PNV, EH Bildu, Elkarrekin Podemos, PSE-EE y PP- y ha sido aprobada con los votos de los 75 parlamentarios que componen la Cámara de Vitoria.
«Hay 10 países que han tomado medidas en este sentido y tenemos y podemos hacerlo aqui», ha explicado a EL PAÍS el presidente de la Fundación Arizmendiarreta, Juan Manuel Sinde. El modelo que impulsan tiene que comenzar con la transparencia en el seno de las empresas. «Primero es crear un clima de confianza basado en la transparencia, en una información sistemática, veraz y entendible y permanente», ha explicado.
La tarea de poner a las personas en el centro de la ecuación de la competitividad de las empresas también tiene una vertiente tributaria. «Hay que quitar barreras fiscales a los trabajadores que accedan al capital. Es decir, en las empresas buenas prácticas en este sentido, que cuenten con los empleados y los pongan en el centro de la organización, habría que articular medidas para que sus aportaciones al capital tengan un tratamiento similar a si hicieran aportaciones a sus planes de pensiones», ha explicado Sinde.
La proposición no de ley aprobada reclama al Gobierno vasco que apoye la implementación de sistemas participativos de gestión y la estimulación de sistemas de participación de los trabajadores en los resultados de las empresas. La Cámara ha reclamado asimismo que en dicho plan se prestigie a las empresas que destaquen en la implantación de este modelo mediante algún premio o reconocimiento y aboga por que el Gobierno Vasco prevea presupuestariamente los recursos necesarios para la ejecución de los planes. Es decir, que preparen un registro para discriminar aquellas empresas que puedan acogerse a beneficios fiscales en base a sus buenas prácticas sociales y laborales.
Sinde cree que en Euskadi hay referencias muy válidas para mirarse en su espejo, como NER Group, Mondragón Corporación, Idom, que tiene como propietarios a sus profesionales «y son 3000 personas», Alkorta Forging, con unos sistemas de gestión y participación integradores, o el grupo TTT de Bergara, con Xabier Berasategi al frente y Miguel Lazpiur SA, que aplicó sistemas de coparticipación para mejorar su competitividad.