Las empresas con altos niveles de igualdad de género tienen mejores resultados salariales y laborales

Al presentar la investigación de SPRI sobre el impacto de las mujeres en la competitividad industrial en la Conferencia de Líderes Tecnológicos, Christina O Jon dijo: «La igualdad de género ya no es sólo una cuestión de derechos humanos, sino una cuestión fundamental para garantizar la competitividad y la recuperación económica».

Un estudio de SPRI sobre el impacto de las mujeres en la competitividad industrial concluye que “las empresas con mayor nivel de igualdad de género son más competitivas”. Los datos de estudio ponen también de relieve que “las empresas más igualitarias presentan mejores resultados en términos de facturación y empleo, I+D+I e Internacionalización”.

La Directora de Tecnología, Innovación y Sostenibilidad de SPRI, Cristina Oyón, ha presentado el informe y sus resultados durante la cuarta edición de “LEADERS IN TECH CONFERENCE”, donde más de 15 expertas de empresas e instituciones de referencia han dado una visión global de las principales tendencias tecnológicas de innovación y han trasladado la importancia de impulsar y fomentar su uso más avanzado en la industria.

El informe de SPRI surge gracias a la participación de la propia Cristina Oyón en el Grupo Experto Women in Manufacturing, organización que en 2021 decidió comenzar un trabajo de investigación para probar una de las premisas destacadas por UNIDO (United Nations Industrial Development Organization) en 2019: “la igualdad de género ya no es solo una cuestión de derechos humanos, sino un tema fundamental para asegurar la competitividad y la recuperación económica”.

Las mujeres representan solo el 21,7% del empleo en la industria vasca

Así, el estudio llevado a cabo desde SPRI ha consistido en el desarrollo de una metodología que permite analizar la correlación entre la igualdad de género y la competitividad industrial, y en el desarrollo de un caso de estudio para obtener datos que permitan probar si una mayor igualdad de género beneficia la competitividad industrial.

La metodología diseñada permite realizar una evaluación multidimensional e integral de los conceptos de competitividad e igualdad de género en las empresas industriales. Para ello se crearon dos índices compuestos, uno relacionado con la competitividad y el otro con la igualdad, compuestos por un conjunto de subíndices y variables ponderados.

Una vez diseñado el modelo, en agosto de 2022 se lanzó una encuesta a 2.500 empresas vascas industriales y de servicios conexos de la base de datos de SPRI, de la que se obtuvo una muestra de 474 respuestas.

Cristina Oyón ha trasladado las principales características de la muestra, donde las mujeres representan solo el 21,7% del empleo en la industria vasca, dato preocupante teniendo en cuenta que representan el 44% del mercado de trabajo en Euskadi. La menor presencia de las mujeres en las empresas es general, independientemente del nivel de cualificación o departamento, pero disminuye de manera clara en las posiciones de liderazgo: únicamente un 13% de las compañías participantes en la encuesta cuenta con una mujer al frente.

La introducción de las respuestas de las empresas en el modelo creado demuestra que las empresas con mayor nivel de igualdad de género son más competitivas. Además, los datos ponen de relieve que las empresas más igualitarias presentan mejores resultados en términos de facturación y empleo, I+D+I e Internacionalización.

Por su parte, las empresas más competitivas también presentan mayores niveles de igualdad de género. Concretamente, el estudio identifica las siguientes claves para impulsar la competitividad desde la igualdad:

  • Segregación horizontal (por departamentos)
  • Segregación vertical (por nivel de responsabilidad)
  • Medidas de conciliación de la vida laboral y personal (flexibilidad horaria, teletrabajo, permisos para cuidados…)
  • Políticas internas de igualdad (planes, comisiones, formación y protocolos de igualdad)

Cristina Oyón ha terminado haciendo hincapié en la importancia que supone contar con una metodología que muestra el impacto positivo de las mujeres en la competitividad industrial y en el potencial que este estudio tiene como herramienta motivacional para la implementación de políticas de igualdad de género en las empresas, ya que queda probado que  “la igualdad de género ya no es solo una cuestión de derechos humanos, sino un tema fundamental para asegurar la competitividad y la recuperación económica”.