Todo va tan rápido

BH Bikes Bicicletas

En los últimos años el coste de acceder al conocimiento más puntero se ha reducido exponencialmente.

Si antes para conocer los últimos avances tecnológicos tenías que poder permitirte pagar un curso en el MIT, hoy en día puedes acceder a esos mismos conocimientos a través de sus programas online. 

O a través de plataformas de formación especializadas. Incluso los proveedores de infraestructura ofrecen cursos gratuitos de altísimo nivel.

Sí, no es lo mismo.

No vas a tener acceso directo a los profesores, ni una interacción cercana con tus compañeros de clase. 

Pero dependiendo de en qué parte del mundo hayas nacido, puede no solo ser más que suficiente sino que puede marcar la diferencia.
Pero es que, además, hay mucho conocimiento que ya no se genera en las Universidades. Sino que son comunidades de desarrollo las que liberan ese conocimiento de manera gratuita.

Grupos de programadores dentro de empresas tecnológicas, colectivos de investigación independientes, freelancers…

Y lo ponen a disposición de aquellos que tienen las ganas, las capacidades y el «hambre» para aprovecharlo. 

Gratis.

Competimos en un mundo globalizado donde con un ordenador y una conexión a internet, tienes acceso a un conocimiento que a ti puede haberte llevado años adquirir.

A golpe de un click, unos pocos euros y ganas de aprender.

Y cuando eso ocurre no sólo tienes que cuestionarte cuáles son tus ventajas competitivas, sino que tienes que estar preparado a cambiar.

O prepararte para ser eliminado.

No quiero ser alarmista.

La tecnología no va a hacer desaparecer a tu peluquero. Ni a tu conserje. 

Pero va a transformar tu sector. 

Ya lo está haciendo. Y cada vez a mayor velocidad.

Porque la tecnología va tan rápido que no podemos ni siquiera anticipar la manera en la que puedes ser superado.

Si no tienes a nadie pensando en cómo la IA puede aplicarse a tus procesos de negocio, tienes un problema.

Grande.

Muy grande.

Mira, en el mundo de las bicicletas hubo empresas que vieron venir la electrificación. Invirtieron. Se apoyaron en especialistas hasta que pudieron desarrollar sus propia tecnología.

Y hoy son referentes. A nivel mundial.

Con productos de mayor valor. Más margen. Y con unas capacidades que no son fácilmente copiables.

Otros fabricantes siguen preguntándose qué paso.
Encantado de tener una conversación

Iñaki Pertusa
Socio en DECIDATA

Iñaki Pertusa
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