Clientes, euros y proveedores

La Inteligencia Artificial es una tecnología alucinante. 

Y cambia a tal velocidad que siempre tienes la sensación de estar desactualizado. 

Cuando crees que empiezas a dominar el tema, aparece una nueva disrupción que te obliga a repensar cómo estás haciendo las cosas. 

Si estás tan metido en el tema como yo, puedes llegar a perder la perspectiva. 

Y acabar hablando solo de la tecnología.

Convertirte en una especie de tostón que habla austrohúngaro. Y que sólo se entiende con otros tostones que también hablan austrohúngaro. En eventos exclusivos para austrohúngaro-parlantes. 

Pero entonces te encuentras a un cliente que te dice: «mira Iñaki, yo no sé de tecnología. Yo solo sé de clientes, euros y proveedores»

Y entonces paras. Y te centras. Y vuelves a reafirmarte en que la IA únicamente tiene sentido, si tiene impacto en tu negocio.

Lo demás tiene que ser transparente. 

Me da igual las horas-hombre. Si se utiliza una herramienta o la otra. Un lenguaje de programación X o el proveedor de cloud Y.

Si no tiene impacto en el negocio vas a tirar el dinero. Lo puedes vestir como quieras, pero al final del día será tirar el dinero.

En nuestro caso, el impacto que logramos con nuestros proyectos suele ser doble.

El primer impacto está relacionado con ayudarte a hacer mejor lo que haces. Es decir, hacerlo en menos tiempo. Con menos recursos. O una mezcla de los dos.

Cuando incorporamos un algoritmo en un proceso de negocio hay ciertas tareas que se automatizan, generando ahorros. Además, tener información fiable con la que poder hacer predicciones mejora el resultado del proceso de manera inmediata.

Si el proyecto está bien hecho, sólo este impacto ya justifica la inversión en DECIDATA.

Pero hay un segundo impacto mucho más fuerte.

Del que sólo te hablarán aquellos que han puesto en marcha proyectos de IA. De los de verdad. 

Porque este impacto solamente se puede intuir cuando ya lo has visto. En clientes parecidos. En sectores similares.

Es el impacto derivado de transformar tus procesos. 

Más difícil de conseguir porque exige replantearte cómo llevas haciendo las cosas en los últimos diez años. Pero que multiplica hasta un x5 las eficiencias conseguidas con la sola mejora de tu proceso actual.

Haz las cuentas.

Adaptar tus procesos y tu equipo para incorporar un algoritmo, requiere replantearse muchas cosas. Pero merece la pena.

Porque de repente entiendes cómo la Inteligencia Artificial puede ayudarte con tus clientes, euros y proveedores.

Y ya no hay vuelta atrás.

Encantado de tener una conversación.

Iñaki Pertusa
Socio en DECIDATA

Iñaki Pertusa

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