“La estrategia comercial debe iniciarse lo antes posible, sin esperar a que el plan sea perfecto”

La impresión en 3D permite fabricar componentes mediante la aportación de material. MADIT Metal, Javier Díaz Gutiérrez y Asier Dominguez Olabe, se han especializado en este tipo impresión 3D-metal, mediante la tecnología SLM (Selective Laser Melting) y lo comparten a través del blog de Cebek Emprende: “Fabricamos componentes industriales en aluminio, acero inoxidable y acero duro, de dimensiones hasta 250x250x320mm.” Y también se especializan en los procesos de acabado superficial posteriores, “para así poder entregar la correspondiente pieza final al cliente..:”


La iniciativa surgió durante vuestro trabajo en una empresa anterior

Sí, la idea surge de mi experiencia previa en ITP Aero, donde era el responsable de procesos de fabricación aditiva. Veía que faltaban empresas y capacidad para prestar servicios en metal a la industria en general, con foco en reducción de costes e industrialización del proceso. Me junté con Asier, otro ex de la Compañía, que ha sido responsable de diseño en una empresa en Barcelona los últimos años. De esta forma, uníamos la experiencia en fabricación y diseño para dar los mejores servicios.


¿Qué es lo que más os costó en vuestros inicios?

Nuestro mayor problema ha sido la pandemia, ya que decidimos dejar nuestros anteriores trabajamos en febrero de 2020, justo antes del confinamiento. Esto nos provocó el retraso de ciertas actividades, como la puesta a punto de las instalaciones. Pero ya en septiembre una vez finalizadas, pudimos comenzar a entregar los primeros componentes a nuestros clientes.

Ahora, nuestro foco está puesto en la comercialización de nuestros servicios y en la promoción del proceso de fabricación aditiva metálica. El principal problema es el desconocimiento general de lo que pueden hacer estas tecnologías, tanto por la parte de diseño como por la identificación de aplicaciones que tiene sentido fabricar mediante impresión 3D. Ello provoca que tengamos que hacer mucha labor de ‘evangelización’ y divulgación de la tecnología.


Ahora también aportáis también conocimiento como un servicio más de la empresa…

Continuamente encontramos casos de empresas, referentes en el mundo de la ingeniería, que tienen grandes carencias de conocimiento sobre las posibilidades reales de la impresión 3D. Se ha hablado mucho sobre la fabricación aditiva, pero, dentro de ella, existen distintas tecnologías que cuentan con ventajas e inconvenientes muy necesario divulgar. Que el sector industrial conozca bien estas posibilidades es parte de nuestro trabajo. De ahí también surgen los servicios de consultoría sobre la tecnología que ofrecemos.


La impresión 3D en metal es vuestro elemento más diferenciador

En MADIT nos hemos especializado exclusivamente en impresión 3D en metal, iniciando la actividad con tres máquinas dedicadas a cada material, lo que nos permite reducir costes de fabricación respecto a otros fabricantes. También hemos realizado desarrollos de proceso, que nos permiten conseguir mayor productividad en las máquinas. Por otro lado, estamos incluyendo los diferentes procesos de acabado superficial dentro de la empresa, minimizando así las subcontrataciones a terceros, pues encarecen los componentes y aumentan el plazo de fabricación.


Durante vuestra puesta en marcha y desarrollo, ¿qué tipo de errores podrían servir de referente a evitar para otras personas emprendedoras?

Errores en muchas áreas, ya que nuestra especialidad es la parte técnica: al crear una empresa, hay áreas en las que no teníamos nada de conocimiento. Destacaría que es vital tener bien controlados los flujos de caja, teniendo en cuenta todas las partidas que afectan. Por otro lado, tener muy clara la estrategia comercial e iniciarla lo antes posible, sin esperar a tenerlo todo perfecto…


También hay cosas bien hechas que les recomendaríais…

Siempre que se vaya a crear una startup, recomendaría que se centre el negocio en un sector que se domina o se conoce bien y que realmente tenga un potencial a futuro. Se pasan muchísimas horas trabajando en ello y el riesgo es muy alto, por lo que es necesario conocer lo que haces y además que te apasione hacerlo.

Vía SPRI