Las empresas vascas han podido conocer las facilidades para embarcarse en la financiación de proyectos internacionales en amplias zonas del planeta, como Latinoamérica, Europa del Este, Asia central y el norte de África. Responsables del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo han explicado la manera de acceder a esas ayudas, en una jornada telemática organizada por la Agencia Vasca de Internacionalización y moderada por Alberto Gavín, de la Agencia.
Ainhoa Ondarzabal, directora de la Agencia Vasca de Internacionalización, ha asegurado que la financiación de proyectos internacionales “es un punto crítico” para la salida al exterior de las compañías. “Las causas van desde la ausencia de la banca comercial en los países de destino hasta dificultades en la banca local o el riesgo país”. Ha señalado que la entidad pública pone a disposición de las empresas vascas herramientas como el programa Gauzatu o el acuerdo con Cofides para líneas de financiación de hasta 100 millones de euros.
Javier García Gómez, oficial de inversiones en finanzas climáticas en el BID, ha revelado que su negocio ha crecido en los últimos años y que trabajan en tres áreas: las infraestructuras (energía, transporte, agua e infraestructuras sociales), los corporativos (agronegocios, manufactura, turismo y telecomunicaciones) y los intermediarios financieros (fondos de inversión, instituciones financieras y las instituciones financieras no bancarias).
“Hay oportunidades para quienes buscan financiación pero también para los que trabajan en temas de consultoría”, ha comentado. “Cada vez veo más un compromiso con lo verde”, ha afirmado antes de advertir a las empresas que “si se quedan atrás, no van a poder acceder a soluciones innovadores y acceder a multilaterales como nosotros y a fondos de inversión”.
García Gómez ha destacado su banco se dedica a aprobar proyectos de desarrollo en Latinoamérica y a la contratación de consultorías. “En estas dos líneas entran las empresas vascas, con las que ya trabajamos”. Y ha destacado la ventaja de las compañías vascas de disponer de la oficina en Washington de la Agencia Vasca de Internacionalización.
Sobre el futuro, ha revelado que trabajan en reforzar la zona del Caribe pero, “más que en países, estamos viendo en qué sectores, como son el clima”. Aunque todas sus licitaciones se publican, ha afirmado las opciones de negocio con consultoras en trámites como las due diligence. “Solemos necesitar un consultor muy rápidamente para poder resolverlo”.
38 países en el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo
Antonio Ocaña, responsable de España y Portugal en Departamento de Business Development del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, ha señalado que esta entidad es menos conocida que el BID, ya que nació en 1991, con la caída del Muro de Berlin, para convertir las economías de Europa del Este en economías de mercado.
“Tenemos un capital de 30.000 millones de euros y operamos en 38 países de Europa del Este, Asia Central y el sur del Mediterráneo (todos los países del Caucaso hasta llegar a Líbano) y el norte de África. Cualquier oportunidad que busque una empresa vasca tendrá financiación si está en estos países”, ha adelantado.
Ocaña se ha referido a los 21.000 millones de euros “que hemos dedicado durante la crisis de la pandemia. Solemos invertir 10.000 millones al año, el año pasado en 450 proyectos. El 80% de nuestro negocio está en el sector privado, nuestro objetivo es apoyarle y es lo que sabemos hacer”. Ha añadido que el 80% de su financiación es deuda directa con empresas. “Egipto, Ucrania y Turquía fueron nuestras principales inversiones (con 3.500 millones entre los tres países), lo que indica que somos inversores a largo plazo.
Ha destacado que todos los países donde operan son a su vez accionistas del banco, “lo que dota de seguridad jurídica al extranjero que invierte. Contratamos muchos consultores que nos ayudan a que el proyecto sea más eficiente, más verde”.
El directivo ha comentado que trabajan en proyectos desde un millón de euros hasta 300 millones. “Somos muy flexibles y, con un plazo de hasta 15 años y solemos financiar hasta el 40% del proyecto. Intentamos operar con otros actores, los bancos no nos ven como competencia sino un apoyo”. Desde la crisis provocada por la pandemia, gran parte de su trabajo ha sido reestructurar la deuda “y a corto plazo queremos trabajar en Argelia y expandirnos a la África subsahariana”.
El vídeo del directo de la jornada:
+info: SPRI