La empresa donostiarra fabrica piezas en lana merino a pequeña escala y bajo una filosofía 100% sostenible.
Miles Along surgió de un concepto, reducir la ropa que necesitas. Silva Echeverría viajaba mucho en furgoneta, y, como diseñadora de moda, se le ocurrió la idea de crear prendas de ropa básicas, resistentes y cómodas para poder llevar menos equipaje. “En uno de los viajes descubrí la lana merino, un tejido que tiene unas propiedades muy buenas y que se trabaja mucho en otros países, pero que aquí casi no se utiliza”, explica.
El proyecto consiste en la fabricación de piezas de ropa básicas, que buscan sobre todo ser funcionales, cómodas y sostenibles, diseñadas para durar el máximo de tiempo posible. La elección del merino viene de sus características, puesto que es un tejido natural apto para pieles sensibles, que regula la temperatura, repele el agua y evita la aparición de bacterias. El equipo de Miles Along optó desde un inicio por usar lana ZQ, procedente de productores que aplican la sostenibilidad en todo el proceso, desde el cuidado de las ovejas hasta la producción y el teñido de los tejidos. Compran el material en Nueva Zelanda, puesto que este tipo de tejido no se produce a nivel estatal, pero todo el desarrollo y la confección la realizan en un taller de Donostia-San Sebastián.
La iniciativa comenzó hace 4 años, cuando decidieron lanzar una primera línea de camisetas a través de una campaña de crowdfunding en Kickstarter. “Sin hacer casi nada de comunicación, vimos que tenía muy buena recepción, que había gente que buscaba este tipo de productos”, explica Silvia Echeverría. A partir de ahí, han ido ampliando poco a poco su catálogo con prendas para bebé y ropa infantil, utilizando campañas de micromecenazgo para dar a conocer su producto. El último lanzamiento es una línea de ropa interior femenina e infantil, que acaban de sacar a través de la plataforma Goteo.
La empresa tiene detrás una filosofía basada en minimizar el consumo. “Las prendas de hoy en día tienen un periodo de obsolescencia, están diseñadas para aguantar una o dos temporadas”, explica la diseñadora, “esa no es nuestra idea, hacemos prendas para que duren, que puedas tenerlas durante 20 años sin que se estropeen, como se hacía antiguamente”. Otro de los conceptos que defienden es el de body positive, diseñando las prendas para que se ajusten a la diversidad de cuerpos. “La idea es que la misma talla sirva para bastantes cuerpos, creemos que es importante que la prenda se adapte a ti y no al revés”.
Vìa SPRI