Laboral Kutxa prevé para Navarra un crecimiento del 2,2 % en 2020, así como la creación de 12.000 empleos entre lo que queda de 2019 y el año que viene. Por el contrario, para España habla de un 1,6 %.
Frente a quienes pronostican unas cifras de crecimiento por debajo del 2 %, responsables del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa subrayaron este miércoles que el PIB de Navarra subirá un 2,2 % en 2020 y que, entre lo que queda de este año y el que viene, se podrían crear en nuestro territorio cerca de 12.000 empleos.
Durante la presentación de las perspectivas que maneja la entidad financiera para el próximo ejercicio, los representantes de Laboral Kutxa aseguraron, además, que no ven “motivos para el nerviosismo” y que el riesgo de una recesión mundial “ha descendido significativamente” desde la última previsión que realizaron el pasado septiembre. También, que una parte muy importante de la desaceleración vivida en este 2019 hay que achacarla a incertidumbres de origen político, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China o el Brexit.
Desde el Departamento de Estudios de Laboral Kutxa sostienen que, de cara al año que viene, no hay motivos “para el nerviosismo”.
Con todas estas variables en la mano, el director del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa, Joseba Madariaga, apuntó que su previsión es que el crecimiento mundial siga “en positivo“. Unos buenos resultados que, no obstante, “no deberían despistarnos” ante los enormes retos en materia de formación e innovación a los que habrá que enfrentarse. Y eso “sin olvidar la creciente importancia que está adquiriendo la sostenibilidad medioambiental”.
Así mismo, continuarán los actuales motivos de incertidumbre que motivaron la rebaja en las previsiones este año y que “tanto han influido en el contexto económico internacional”. Ahí está, por ejemplo, el caso de Alemania, “el que más ha sufrido la desaceleracion mundial”.
Los buenos resultados “no deberían despistarnos” ante los enormes retos en materia de formación e innovación a los que habrá que enfrentarse.
En concreto, dicha caída se concentró fundamentalmente en su sector industrial, que rozó la recesión en el tercer trimestre y, dentro del mismo, en la industria automovilística.
Una rebaja que se explica por la menor producción de coches registrada en las factorías germanas y que se contrapone a la de vehículos alemanes ensamblados en otras plantas fuera del país centroeuropeo o a la de los modelos SUV, “que se encuentran en máximos históricos”. Para explicar esta clara contradicción en los números, Madariaga recurrió a su condición de economista para señalar que puede deberse a “cambios en el inventario”.
¿CAMBIO DE TENDENCIA?
La economía de Navarra, por el contrario, parece haber notado menos la incidencia de todo ese cúmulo de turbulencia internacionales. De ahí la diferencia que mantiene con otros entornos, más expuestos, como el de España, para el que Laboral Kutxa prevé un crecimiento en 2020 del 1,6 %, o la zona euro, donde habla de un 1,3 %. A este respecto, los problemas del sector industrial se han visto paliados por la subida del empleo (que se ha seguido manteniendo) y el tirón del consumo. Ambos factores han actuado como los “motores” que han impulsado su crecimiento.
Finalmente, las estadísticas demuestran que Estados Unidos “no ha sufrido tanto como se esperaba en su guerra comercial con China”, indicaron desde la entidad financiera. Y a modo de conclusión final, Madariaga remarcó que el pasado octubre “tocamos fondo” en los problemas que estaba atravesando la producción de bienes. De hecho, en noviembre las encuestas de expectativas empezaron a mejorar, por lo que departamentos como el dirigido por él en Laboral Kutxa están a la espera de ver si se “materializa esa nueva tendencia, aunque las incertidumbres todavía son muchas“.