La estibadora, siendo un actor crucial en la transición energética del Puerto, ha presentado tres nuevos buques que se consideran los ‘más eficientes y sostenibles del mercado’. La expansión de su superficie busca hacer frente al crecimiento del negocio y del tráfico, especialmente en la industria eólica.
Consignaciones Toro y Betolaza ofrece servicios portuarios en el Puerto de Bilbao desde hace ya más de 50 años, aunque comenzó su andadura en 1950 como empresa importadora y distribuidora de materias primas, para el consumo local, y más tarde para el industrial. Actualmente es el agente del armador finlandés Finnlines en el Puerto de Bilbao, donde escala su servicio semanal con el norte de Europa; cuenta con presencia e instalaciones propias en los puertos de Pasaia, Gijón y Avilés, además de Bilbao, así como en el puerto seco de Azuqueca de Henares; y en 2022 registró unas ventas de 40 millones de euros.
En los últimos años ha hecho una gran apuesta por la sostenibilidad y el medioambiente y es uno de los agentes más activos en la transición energética del Puerto de Bilbao, junto a otras empresas punteras como Haizea Wind Group, Nordex o Lointek. “Todos los operadores tenemos el deber de contribuir activamente al crecimiento sostenible del transporte marítimo, que representa alrededor del 90% del comercio mundial, según la Organización Marítima Internacional (OMI)”, destaca Gorka Zabala, director gerente de Toro y Betolaza.
El último desarrollo de la compañía es ejemplo de ello. Y es que en septiembre del pasado año presentó tres buques ro-ro híbridos eco class de Finnlines: ‘Finneco I’, ‘Finneco II’ y ‘Finneco III’. Se trata de los barcos para el transporte de mercancías «más eficientes y sostenibles» que navegan en el Norte de Europa y unos de los «más ecológicos a nivel mundial«, asegura Zabala. “Cuentan con una capacidad de casi 6.000 metros lineales de carga, pudiendo embarcar 300 remolques, 150 coches y 500 contenedores, además de cargas industriales y de proyecto. Destaca su sistema de baterías de litio que permiten entre 7 y 8 horas de autonomía eléctrica durante la maniobra y la estancia en puerto, y una serie de tecnologías para reducir el consumo y el impacto ambiental, como, por ejemplo, un innovador sistema de lubricación por aire que crea capas de burbujas con el objeto de reducir la fricción y la resistencia hidrodinámica; 600 m2 de paneles solares para producir electricidad sostenible para su uso a bordo; o la cuidadosa selección del tipo y tamaño de los motores principales para lograr el menor consumo de combustible posible, entre otras”, explica.
Estos barcos unen, semanalmente, Bilbao con los puertos de Zeebrugge y Amberes en Bélgica, Helsinki y Hanko en Finlandia, y Paldiski en Estonia. De hecho, desde enero de 2024 sus escalas en el Puerto de Bilbao se han duplicado, pasando de una a dos, debido al incremento de tráfico de piezas eólicas que se mueven desde Bilbao, y ya se está valorando la posibilidad de una tercera escala semanal. “En la decidida apuesta de la Autoridad Portuaria por convertir sus instalaciones en un hub eólico, la instauración de esta nueva escala supone un salto de calidad», subraya el director gerente.
Este no es el único paso que ha dado hacia la sostenibilidad, de hecho, “nuestro objetivo es participar en el mayor número posible de iniciativas que se pongan en marcha, sobre todo, en relación con la sostenibilidad”, declara Zabala. Así pues, este último año ha formado parte del proyecto Sails for Cargo, donde ha participado en la instalación de las velas de succión más grandes del mundo para el buque EEMS Traveller, con el que se estima que el ahorro de combustible puede alcanzar hasta el 40%. Además, ha dado apoyo al proyecto de la nueva carretilla Revenant equipada con el primer motor europeo BioAutogas V8, basada en combustible 100% BioAutoGas. Asimismo, con el objetivo de capacitar a su plantilla, ha completado el programa de Competencias Digitales Profesionales ofrecido por el Grupo SPRI y ha sido acreditada como empresa innovadora tras finalizar el programa Hazinnova de la misma entidad.
62.000 m2 más y 3,5 millones de euros para impulsar su crecimiento
El tráfico de piezas del sector eólico, por su tamaño y tipología de los proyectos “requiere mayor espacio para su manipulación, depósito y almacenamiento”, asegura Zabala. Es por esto que Toro y Betolaza pidió al Puerto de Bilbao aumentar la superficie de su instalación en 62.000 metros cuadrados. Petición que ya ha sido aceptada y con la que la compañía incrementará su espacio hasta los 243.000 metros cuadrados. “Esta ampliación nos permite ganar espacio para responder a las necesidades de nuestros clientes, en general, y trabajar para consolidar las dos escalas de Finnlines, en particular. Además, queremos consolidar nuestra posición de operador clave y ser uno de los principales actores en la expansión del Puerto de Bilbao», añade.
Asimismo, la compañía invertirá 3,5 millones de euros en los próximos dos ejercicios para impulsar su crecimiento. “Este primer trimestre, por ejemplo, incorporaremos un parque dotado de dos grúas puente, que se sumará a las carretillas y la grúa straddle carrier que adquirimos el pasado octubre y adaptarnos, así, a las nuevas necesidades”, concluye.
El Grupo SPRI es uno de los agentes que ponen en marcha la estrategia RIS 3 Euskadi para impulsar la especialización inteligente en los ámbitos de la energía, la fabricación avanzada, la biosalud y la nanociencia.