Con un bagaje de 25 años en Industria y expansión internacional, esta ingeniera vasca ahora ofrece asesoramiento a otras empresas industriales a través de Smart Jidoka
La ingeniera vasca Iratxe Las Hayas acumula más de 25 años de experiencia profesional en el mundo de la Ingeniería Industrial y Aeroespacial, casi siempre en puestos de dirección general. También acumula una notable experiencia en el ámbito de la internacional empresarial, sobre todo desde el foco de la mujer. Por esta razón ha sido reconocida recientemente con la `Medalla en el Comercio en la categoría de Mujer e Internacionalización´, impulsada por la Secretaría de Estado de Comercio. En este contexto, y como consecuencia de un proceso maduro de reflexión, ha decidido volcar todo su conocimiento en ambos estadios para volcarlo en otras empresas que lo puedan necesitar. Esa es la razón que explica el nacimiento Smart Jidoka, de la que es socia directora.
¿Cómo fue el momento del reconocimiento?
Fue fantástico. Eso sí, un poquito abrumador. Este reconocimiento ha sido para mí una sorpresa, pues es algo que no conocía ni esperaba. En junio me llamaron para comunicarme que me lo iban a conceder y recientemente me lo entregaron en Madrid en una ceremonia que estuvo presidida por el Ministro del ramo.
¿Y por qué cree que ha recibido un reconocimiento como este?
He estado toda mi vida profesional vinculada a la Industria en empresas muy internacionalizadas en las que un porcentaje alto de sus ventas se encontraban en el exterior. Y es una Industria ésta muy vinculada al potencial de emprendimiento y el rol de la mujer, tanto en la internacionalización como en otros ámbitos. Por otro lado, también he colaborado con muchas organizaciones, por lo que en algún momento algo de lo que haces a alguien le impacta. Así que supongo que vieron mi trayectoria y les pareció que era digna del reconocimiento.
Afirma con contundencia que es “inapelable” que cada vez haya más mujeres en puestos que tengan que ver con responsabilidad a la hora de dirigir la parte exterior de las compañías. ¿Por qué?
Yo en general soy defensora de la diversidad, que no es más que la riqueza del capital humano. Pero también es cierto que la diversidad, verdaderamente, no es fácil, pues normalmente nos vinculamos con otras personas por la afinidad que tenemos pero crecemos desde la diferencia. Por tanto, soy defensora de que las empresas potencien la diversidad, y en concreto la de género. Por un lado por justicia social y por otro lado porque da resultados. Por eso mismo, creo que las mujeres tienen que estar allá donde se toman decisiones estratégicas, de esas que marcan el rumbo de las empresas. Y en el ámbito de la internacionalización, pues es una decisión estratégica que afecta a las empresas y la economía, tiene que estar la mujer.
¿Cuál cree que es la causa que explique porqué hay tan poca presencia femenina en la internacionalización?
La internacionalización tiene una serie de características que hace más complicado poder ampliar la presencia de mujeres. Por un lado, la conciliación familiar y el condicionamiento social, porque es un trabajo que exige poder viajar; y por otro lado, porque el sector que más exporta es el industrial, y en la industria hay, por desgracia, pocas mujeres, pues requiere de perfiles técnicos y tecnológicos con poca demanda femenina… Por lo tanto, aumentar la presencia de la mujer en la internacionalización de la empresa vasca requiere de un trabajo que hay que acelerar, porque no es algo que se vaya a dar de un día para otro.
Esto tiene mucho que ver, por lo que estamos escuchando, con las vocaciones STEAM…
Efectivamente. En general, la vocación en favor de esas profesiones ha ido descendiendo con el paso del tiempo, pero en el caso de las niñas todavía la bajada es mayor. Hay múltiples estudios en torno a eso, pero también hay que tener en cuenta que son profesiones que no son muy visibles para los estudiantes. Por tanto, ahí hay trabajo que hacer desde los colegios para acercar la Industria y acercarles a estas profesiones en las que hay una demanda grandísima que cubrir. Y si es posible, que sea de una forma diversa, con una gran participación de las mujeres.
Hace no mucho parecía que había que optar por las cuotas positivas o por los méritos para impulsar esta realidad. ¿Cómo ven esta situación las que llevan tantos años trabajando en este ámbito?
Yo creo que cuota y mérito no están reñidos, eso lo he dicho siempre. Y creo que hay mucha gente preparada para estas posiciones, pero en ocasiones es necesario abrir la mente. La diversidad no es fácil, como decía. Es más fácil sentarte en una mesa con gente con la que tienes más afinidad y con la que vas a llegar a decisiones más rápido, que con otra con la que no. Hay muchísimas mujeres preparadas para puestos de decisión y responsabilidad y, por lo tanto, para mí las cuotas son fundamentales.
¿Y el mérito?
También está el hecho de que el mérito está para poder demostrar que te pueden dar ese mérito, por lo tanto alguien tiene que brindarte la oportunidad para que puedas demostrar eso. Si no te dan esa oportunidad, no vas a poder demostrar y si no demuestras, no tienes el mérito. Es un círculo vicioso. Por ende, soy firme defensora de las cuotas, y creo que es la única forma de acelerar. Igual llegará un día que no haga falta, pero por el momento, si pones cuota y mérito vas a conseguir las dos.
En este contexto, toda esa experiencia que lleva acumulando en los últimos 25 años es lo que le ha llevado a lanzar Smart Jidoka. ¿Cuál es su actividad, exactamente?
Smart Jidoka es una empresa de consultoría donde acompañamos a nuestros clientes a mejorar su competitividad. Actuamos en cuatro ejes del negocio y la gestión que son la estrategia, la gobernanza, los procesos y las personas. Y a través de proyectos que diseñamos a medida de los clientes, les ayudamos a conseguir resultados de gran impacto. Nuestro propósito es contribuir al desarrollo económico y social de nuestro entorno. Es decir, estamos ayudando a las empresas a que mejoren sus resultados y su competitividad.