El deporte en la era de las tecnologías de la información

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AUTOR: Javier Martían/ Futurizable

Aprovechando que en Sngular estamos llevando a cabo el reto deportivo Elcano 2022, en el que un grupo de sngulares vamos a recorrer en 6 días los 1.200 kilómetros que separan Guetaria de San Lucar de Barrameda, para conmemorar el 500 aniversario de la primera vuelta al mundo completada por Juan Sebastián Elcano, el artículo de hoy de Futurizable va a estar dedicado al deporte.

La dificultad de llevar a cabo aquella misión no tiene nada que ver nuestra pequeña aventura. Subirse a una nao en 1519 y sobre todo dar la vuelta al mundo en ella no es comparable con nada. Ni siquiera con ir a Marte hoy día. Pero aquello tuvo grandes repercusiones para la época. Hubo avances científicos de todo tipo (geografía, meteorología, ciencias naturales, ingeniería naval, …), en el comercio, en la difusión de idiomas, etc. Nosotros solo queremos reconocer a los 250 hombres que partieron junto a Magallanes y Elcano su hazaña y hacer algo mucho más sencillo: Correr para reconocer su valentía y tratar de contribuir con ello a conseguir fondos para 4 importantes ONGs.

Porque sin duda las tecnologías digitales están cambiando el mundo del deporte desde hace años, igual que ocurre con muchísimos otros sectores y actividades, pero en este caso del deporte, al ser algo que puede practicar cualquier persona, ya sea de manera profesional o amateur, la llegada y el impacto de la tecnología se aprecia especialmente.

En lo que se refiere a la gesta Elcano 2022, como os podéis imaginar, se ha usado muchísimo la tecnología, especialmente para el diseño del recorrido, donde sería tremendamente más complicado realizar este reto sin la ayuda por ejemplo de Google Maps, entre otras herramientas de navegación, comunicaciones, seguridad, …

Este es solo uno de los muchos ejemplos que podemos encontrar a diario de cómo la tecnología está cambiando el mundo del deporte, así a bote pronto se nos puede venir a la cabeza las zapatillas Nike que han ayudado a bajar de las 2 horas en maratón o los bañadores Speedo con los que se han batido muchos records mundiales de natación gracias a reducir la fricción del nadador con el agua en un 10% y mejorar la toma de aire en torno a un 5%, gracias a su diseño y al material empleado para su fabricación.

Tecnología al servicio del deportista

Pero es importante que no nos quedemos con la imagen de que la tecnología es simplemente una herramienta al servicio del deporte sino que realmente se puede ver como parte de una estrategia de mejora de cara a la práctica deportiva. Un ejemplo muy bueno de ello es el caso que se comparte en el libro Hábitos Atómicos y que compartimos a continuación porque es muy representativo de cómo si se sabe hacer un buen uso de la tecnología se puede mejorar muchísimo en una actividad, algo que se puede trasladar a otros muchos ámbitos de la vida y los negocios.

El destino de la organización British Cycling cambió un día del año 2003. Esta organización, que había regulado el ciclismo profesional en Gran Bretaña, contrató ese año a Dave Brailsford como su nuevo director de desempeño. Por entonces, los ciclistas profesionales de Gran Bretaña padecían casi cien años de mediocridad. Desde 1908, los ciclistas británicos habían conseguido solamente una medalla de oro en los Juegos Olímpicos1 y habían tenido aun peores resultados en la carrera ciclista más importante del mundo, el Tour de France.2 En 110 años ningún ciclista británico había ganado esa carrera.

Brailsford fue contratado para poner al equipo británico en una nueva trayectoria. Lo que diferenciaba a Brailsford de los entrenadores anteriores era su implacable compromiso con una estrategia a la que se refería como agregación de ganancias marginales, que es una filosofía que aspira a alcanzar un pequeño margen de mejora en todo lo que se hace. Brailsford solía afirmar: «El principio de esta filosofía consiste en aislar cada uno de los aspectos del ciclismo. Si se mejora el 1% de cada uno de esos aspectos, se habrá obtenido una mejora considerable una vez que todos los cambios se apliquen al mismo tiempo». 

Brailsford y los entrenadores a su cargo comenzaron a hacer pequeños ajustes en diversos aspectos que podían esperarse de un equipo profesional. Empezaron por rediseñar los asientos de las bicicletas para hacerlos más cómodos y aplicaron alcohol a las ruedas para darles una mejor tracción. Le pidieron a los ciclistas que utilizaran shorts con sistemas eléctricos de autocalentamiento que les permitieran mantener la temperatura muscular ideal mientras pedaleaban y comenzaron a usar sensores de biorretroalimentación para monitorear la manera en que cada uno de los atletas respondía a determinados entrenamientos. El equipo probó diversas telas en un túnel de viento, lo que tuvo como consecuencia que pidieran a los ciclistas que participaban en pruebas en exteriores que cambiaran sus trajes por equipos diseñados para interiores, ya que descubrieron que eran más ligeros y aerodinámicos.

Conforme estos cientos de pequeñas mejoras se acumularon, los buenos resultados comenzaron a llegar antes de lo que cualquiera se hubiera podido imaginar. Tan solo cinco años después de que Brailsford tomara el mando, el equipo de ciclismo británico dominó las diversas pruebas en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, donde obtuvieron un sorprendente 60% de las medallas disponibles para esta actividad. Cuatro años después, en los Juegos Olímpicos de Londres, los británicos elevaron el nivel de la prueba al romper nueve récords olímpicos y siete récords mundiales. Ese mismo año, Bradley Wiggins se convirtió en el primer ciclista británico en ganar el Tour de France. En 2013, su compañero de equipo, Chris Froome, ganó la carrera y repitió la hazaña en 2015, 2016 y 2017, lo cual dio al equipo británico cinco victorias en el Tour de France en seis años.
Durante un período de diez años, de 2007 a 2017, los ciclistas británicos ganaron 178 campeonatos mundiales y 66 medallas de oro olímpicas y paralímpicas. Además conquistaron cinco victorias en el Tour de France. Todas estas hazañas realizadas en tan corto tiempo son consideradas como el caso de éxito más importante en la historia del ciclismo.

Tecnología para el fomento del deporte

Otra de las grandes aportaciones de las tecnologías digitales al deporte la encontramos en la práctica deportiva amateur, donde ya no solo se trata de mejorar la forma de hacer deporte sino de lograr que cada vez haya más gente que salga del sedentarismo y adquiera el hábito de practicar un deporte. A este respecto por ejemplo las redes sociales, pese a ser muy criticadas por algunas personas, también tienen la culpa de que mucha gente se haya animado a hacer deporte siguiendo el ejemplo de otros que comparten sus experiencias públicamente en estas redes. Y también las apps móviles que permiten hacer seguimiento de la actividad deportiva, a través de la denominada cuantificación, han ayudado a mucha gente a calzarse las zapatillas de deporte y ponerse a hacer ejercicio.

Un ejemplo muy representativo de cómo Internet, las redes sociales y las apps están ayudando a fomentar el deporte es el trabajo que realiza el divulgador Marcos Vazquez a través de su proyecto Fitness Revolucionario donde aprovecha todos los canales digitales a su disposición para fomentar los hábitos de vida saludable, especialmente la actividad deportiva, como una de las mejores formas de mantenerse sano y feliz. A este respecto cabe destacar el esfuerzo que realiza para basar todas su recomendaciones en evidencia científica, lo cual le reporta una solvencia enorme y elimina muchas de las posibles críticas que pueda haber a la divulgación que se realiza a través de las redes sociales.

Tecnología que ayuda a deportistas con discapacidad

La tecnología al servicio del deporte también manifiesta todo su potencial cuando nos fijamos en el deporte que realizan las personas con discapacidad física o mental, que pueden salir muy beneficiados cuando aprovechan todo tipo de tecnologías, como puede ser la impresión 3D para la fabricación de prótesis o los wearables, especialmente diseñados para personas con discapacidad sensorial y que realmente han cambiado la vida a muchas personas que ahora no solo pueden hacer deporte sino que además pueden usar estos dispositivos para mejorar su vida cotidiana.

Un ejemplo de cómo la tecnología está ayudando a mejorar el deporte de los discapacitados lo encontramos en este estudio realizado por Laura Mena García en la Universidad de Valladolid, en el que además se comprueba que aún queda mucho trabajo por hacer  al respecto, por esto es importante que se le presta más atención y se siga investigando al respecto:

Los deportistas profesionales que compiten a nivel olímpico y tienen una discapacidad visual son los menos numerosos dentro de las disciplinas paraolímpicas; posiblemente esto se debe a que la pérdida de visión es una de las condiciones más incapacitantes para el ser humano y a que estos atletas necesitan un guía que compita en pareja con ellos o que les de indicaciones durante el desarrollo de la prueba; a esto hay que sumar que los avances científicos aplicados a la práctica deportiva han favorecido a la discapacidad motora por encima de otras discapacidades sensoriales. Sin embargo, en los últimos tiempos la tecnología está buscando su aplicación en la ejecución de deportes que requieren un guía, con el objetivo de llegar a prescindir de esta figura, permitiendo al atleta con discapacidad visual ganar autonomía reduciendo la dependencia y mejorar el rendimiento deportivo. Este trabajo busca encontrar mediante una revisión bibliográfica casos en los que se aplique tecnología con el objetivo de lograr mejorar la autonomía del atleta, y contrastar, mediante entrevistas personales, la idea práctica de los científicos que diseñan los dispositivos con la opinión de los atletas a los que se ofrece el beneficio de su uso. Son muy pocos los deportes paralímpicos en los que se busca aplicar dispositivos tecnológicos para mejorar la independencia del atleta con respecto a su guía. Hasta el momento, todos los intentos no han pasado de ser prototipos que nunca se han probado en competiciones oficiales. Los motivos de la falta de éxito de la aplicación de la tecnología al deporte paralímpico se deben a un conglomerado muy heterogéneo de motivos que van desde la falta de inversión económica por falta de interés empresarial a la inseguridad psicológica que el uso de estos dispositivos crea en los atletas.

Nuevos deportes basados en tecnología

Usar la tecnología para mejorar un deporte o la forma en la que lo practicamos parece de lo más lógico, pero no lo es tanto que la usemos para crear nuevos deportes, lo cual es precisamente lo que ha ocurrido en el caso de los eSports,  las carreras de drones y las peleas de robots. Aunque aquí no acaba la cosa, porque estos deportes al final surgen de la inventiva humana, que no para de maquinar para poner a prueba sus capacidades y habilidades, lo que es más raro es recurrir a la propia tecnología para que invente un nuevo deporte y eso es precisamente lo que ha ocurrido con el Speedgate.

Speedgate es un nuevo deporte creado por la Inteligencia Artificial, gracias a la combinación de tecnologías como las redes neuronales recurrentes y convolucionales, diseñadas por el equipo de desarrolladores de la empresa Akqa. Este nuevo deporte presenta elementos familiares del croquet, el rugby y el fútbol.

A través de un algoritmo de generación de texto se analizó el funcionamiento de 400 deportes existentes, que respondió con 1000 ideas que luego se interpretaron para formar el nuevo concepto de deporte, con un enfoque en la accesibilidad, la capacidad de aprendizaje, la diversión y el potencial para el ejercicio físico. Además otro algoritmo de generación de imágenes analizó 10.000 logotipos deportivos existentes y respondió con ideas que se interpretaron para formar el escudo del Speedgate.