Autor: JAVIER MARTÍN / FUTURIZABLE
¿Qué beneficio obtuvo el primer humano que pintó escenas de caza en las paredes de una cueva? ¿entretenerse? ¿expresarse? ¿enseñar? ¿destacar? ¿cobraría una entrada para que otros pudieran admirar la primera obra de arte de la historia?
A lo largo de la historia un determinado número de personas han encontrado su sustento en el desarrollo de habilidades y la creación de obras de arte que tenían el objetivo de entretener y deleitar a sus coetáneos. Cuando estudiábamos historia no nos sorprendía que hubiese reyes o nobles que contratasen a artistas para decorar sus palacios. Y cuando nos hemos ido haciendo mayores nos hemos acostumbrado a ver en la tele lo que cobran los jugadores de determinados deportes o algunos músicos, actores y escritores. ¿Por qué nos sorprendemos ahora cuando descubrimos lo que gana un creador de contenido en las redes sociales o un jugador de videojuegos? No hay ninguna diferencia, cumplen la misma función, entretener y deleitar a sus coetáneos.
Eres un joven del siglo XX, te gastas una pasta en discos de música, entradas de cine, las copas en la disco de moda, … estudias una carrera, entras a trabajar como becario en una empresa del Ibex 35, te casas y pasas la luna de miel en un resort del Caribe, te compras un adosado gracias a la hipoteca de tu banco de toda la vida y sueñas con tener un deportivo descapotable y un barco para navegar por el mar adriático.
Eres un joven del siglo XXI, aprendiste a programar, trabajas en una empresa tecnológica, donde tienes un buen sueldo que cobras a través de Revolut, minaste Bitcoin en la GPU de tu computadora gamer, sigues a Vitalik Buterin en Twitter, vives en un piso de alquiler con tu gato, no quieres un deportivo descapotable porque te gusta tu bici fixie, tampoco quieres un barco porque prefieres navegar por Reddit y acabas de comprar tu primer NFT.
Las siglas de moda en la escena tecnológica para estos primeros meses de 2021 han sido NFT. No sabemos lo que durará la moda, ni si llegará a ser una verdadera revolución para el mundo del arte y la creación de contenidos, ni si estamos ante una burbuja que hará que muchos inversores pierdan su dinero. Lo que sí que sabemos es que aquí y ahora es un tema que vale la pena conocer, porque ofrece interesantes utilidades de cara a gestionar digitalmente el valor de las obras de arte y cuando digo obras de arte no me estoy refiriendo a un cuadro colgado en el Louvre, sino a cualquier creación única que entretiene y deleita a la gente.
Y en la palabra única está la clave de la cuestión, porque al igual que ocurre con el dinero, con las obras de arte tampoco queremos que se puedan copiar indiscriminadamente y además queremos que su creador obtenga el beneficio adecuado por su trabajo.
Entonces ¿qué es un NFT?
Un NFT es un token no fungible (non-fungible token), un tipo especial de token criptográfico que representa algo único, por tanto no son mutuamente intercambiables. Las NFT tienen cuatro características principales: son únicos, indivisibles, transferibles y con la capacidad de probar su escasez. Los tokens no fungibles se utilizan para crear una escasez digital verificable, así como para brindar una propiedad digital, y la posibilidad de interoperabilidad de los activos en múltiples plataformas. Los NFT se utilizan en varias aplicaciones específicas que requieren artículos digitales únicos, como el criptoarte, los coleccionables digitales y los juegos online. Para la creación de los tokens no fungibles se suele utilizar el estándar ERC-721 de la red blockchain Ethereum, a través del cual se desarrolló en 2017 el primer caso de éxito con el juego de cartas coleccionable CryptoKitties.
En contraposición, los tokens fungibles son intercambiables e indistinguibles unos de otras. Por ejemplo, cada unidad del token bitcoin es intercambiable por cualquier otra unidad individual equivalente, por eso puede ser utilizado como medio de cambio. La fungibilidad es una propiedad deseable para el dinero porque permite intercambios libres. Sin embargo, este no es un atributo que resulte beneficioso para los artículos coleccionables o las obras de arte, de ahí la necesidad de crear los NFT. Resumiendo: los tokens fungibles, como los bitcoins, son todos iguales y los tokens no fungibles, como los cryptokitties, son únicos.
Ahora bien ¿por qué los NFT están de moda y por qué pueden resultar tan relevantes en el futuro? Jaime Rodríguez de Santiago nos da algunas pistas en un mensaje de la comunidad Kaizen: donde me parecen más potentes los NFT es en los mundos virtuales. Por más que la utilidad práctica de estos sea habitualmente cero, a los seres humanos nos gusta coleccionar y personalizar. Y cuanto más tiempo pasamos en mundos virtuales, más es probable que gastemos parte de nuestro dinero en ellos, haciendo precisamente eso: coleccionar y personalizar. Y si algo me refuerza en este planteamiento es la ciencia ficción. Sí, sé que no suele ser un buen referente, pero creo que para cualquiera que lea los muy recomendables Snow Crash o Ready Player One (o haya visto la peli de Spielberg), es bastante sencillo imaginar una economía propia – limitada, no nos volvamos locos – dentro de estos mundos.
Así que ahora que conocemos qué son los NFT y la utilidad que pueden ofrecernos, profundicemos un poco más en ello para ver el impacto que están teniendo y las posibles oportunidades que ofrecerán en el futuro.
¿Por qué MetaKovan ha pagado 61 millones de dólares por un NFT de Beeple?
Recuerdas la iniciativa Red Bull Stratos que consistió en un salto desde 36km altura realizado por Felix Baumgartner el 14 de octubre de 2012, sin duda resultó una gran campaña publicitaria para Red Bull y sentó un precedente para iniciativas posteriores como el proyecto dearMoon del millonario japonés Yusaku Maezawa, para realizar obras de arte desde la Luna, en un viaje espacial que realizará gracias a SpaceX en el año 2023.
En la línea de estas grandes campañas publicitarias, nos encontramos la reciente compra de un NFT de una obra de arte digital creado por el artista Beeple, por el que se han pagado 61 millones de dólares. Una compra que no ha sido realizada por cualquier coleccionista de arte digital, sino por el propietario de Metapurse, un fondo de inversión especializado en NFT, lo cual como os podéis imaginar ha resultado muy provechoso para que este tema pase a estar de plena actualidad en el mundillo tecnológico.
¿Por qué Andreessen Horowitz ha invertido en OpenSea?
¿Recuerdas la famosa frase de Marc Andreessen «el software se está comiendo el mundo»? no cabe duda de que Andreessen lleva años disfrutando del placer que supone que alguna de sus participadas (asana, facebook, box, slack, zynga, github, instagram, oculus, pinterest, skype, …) le pegue un buen bocado al negocio del sector en el que compiten y en los últimos años lo está haciendo especialmente en el festín que le están proporcionando los negocios Crypto.
Pensemos por un momento en Coinbase, una de las empresas más conocidas en el panorama crypto a nivel mundial, que está a punto de salir a bolsa, con una valoración de 100.000 millones de dólares, más de lo que valen actualmente los bancos BBVA y Santander juntos. Considerando que Andreessen es el máximo accionista de la empresa, es lógico que quiera seguir degustando este tipo de jugosos manjares y no quiera quedarse fuera del negocio que puede haber también en los NFT, por lo cual ha invertido en el marketplace OpenSea.
El ejemplo de NFT
The Generalist es una newsletter dedicada a las empresas del sector tecnológico, desde que son simplemente una idea hasta que salen a bolsa. Mario Gabriel es el fundador de la newsletter y ha estado experimentando recientemente con los NFT gracias a una colaboración con el creador Jack Butcher a través del proyecto $GENERALIST que consiste en «convertir en un NFT la cobertura de la salida a bolsa de Coinbase», es decir, van a tokenizar un artículo periodístico realizado por Jack Butcher, pero como normalmente los textos no son algo único sino que suelen ser copiados todo lo que sea necesario para su difusión, al artículo se han asociado obras de arte digitales realizadas por Jack Butcher.
De esta forma $GENERALIST y su NFT han recaudado 20 ETH, la moneda de la red Ethereum, a través de lo que podríamos denominar como una campaña de crowdfunding basada en blockchain y tokens no fungibles, o una especie de Patreon 2.0. Además una vez creado el NFT y repartidas las participaciones entre sus financiadores, será subastado, por lo que los que han ayudado a sacar adelante el proyecto podrán obtener también un beneficio por ello.
Por cierto, Jack Butcher, del que también hablamos la semana pasada en la newsletter dedicada a la creación de comunidades digitales, esta misma semana ha vendido un NFT por 74 ether, más de 126.000 dólares.
Bonus
Si este tema de los NFT ha captado tu atención, una buena forma de seguir aprendiendo sobre ello es conocer algunos proyectos hispanos que se están desarrollando:
- 100cryptostars un proyecto que pretende crear 100 estrellas únicas como ERC721 fichas fungibles no compatibles. En OpenSea puedes ver las que han sido creadas por el momento, algunas de las cuales vuelven a estar a la venta.
- Starhaus se define como la entrada del artista al metaverso y consiste en una galería virtual para impulsar a los artistas, a través de piezas únicas, obra certificada y su exposición en mundos virtuales.
- Decentraland es uno de los metaversos más importantes a nivel mundial, ha sido creado por el argentino Esteban Ordano y en él los NFT toman utilidad, por ejemplo para enriquecer la experiencia de los juegos que allí se desarrollan.