Los datos no son ninguna droga. Pero se le parecen mucho.
Empiezas con un proyecto pequeño. A modo de prueba. Evaluar si los datos pueden ayudarte a mejorar un proceso o a conocer mejor a tu cliente. Nada del otro mundo. Esos proyectos en los que aunque no obtengas nada concluyente el viaje ha merecido la pena.
En principio todo ok. Poco riesgo, poca inversión. Nada puede salir mal.
Pero en todo proyecto de datos, si se ha hecho bien, surge alguna pista sobre cómo avanzar. Quizás está relacionado con la calidad de los datos. O con un descubrimiento sobre el comportamiento de tu cliente. O con una idea preconcebida sobre un proceso que nunca se había contrastado con datos.
Y aquí es donde está la trampa. Has empezado un camino. Sin darte cuenta. Un camino que no tiene vuelta atrás.
Pero ese camino exige constancia. Y un liderazgo claro desde negocio.
No puede venir desde Innovación, no puede venir desde TI/Sistemas. O viene desde negocio o no será.
Hay muchos programas de Open Innovation. Empresas y organizaciones lanzando retos. Una necesidad más o menos concreta a resolver con tecnología novedosa. Los conocemos. Hemos participado en varios. Algunos los hemos ganado, en otros nos han descartado.
Todos siguen un mismo patrón. Lidera Innovación o TI. En el mejor de los casos se hace un proyecto piloto. Normalmente se queda ahí. ¿Continuación al proyecto real? Pues puede ser, pero muy raro.
En el peor de los casos, cuando innovación se lo presenta a negocio. Negocio no sabe de qué le hablan, ni falta que le hace.
Resultado, no hay proyecto que valga.
Por eso los datos no enganchan a todo el mundo. Solo enganchan al que es capaz de medir el potencial en su empresa. Al que entiende la capacidad que tiene la IA para cambiarlo todo y lo ve con sus propios ojos. Y eso solo pasa si tienes un problema de negocio. Ver para creer.
Pero esta visión no viene del cielo. Nadie se levanta un día de la cama y dice voy a cambiarlo todo. Me he dado cuenta de que no quiero estar casado. Quiero comprarme un ferrari y recorrer la costa azul como si tuviera 20 años. No funciona así.
Solo hay una forma de verlo. O a través de un proyecto o a través de la formación. Proyecto y formación. Formación y proyecto. El orden de los factores no altera el producto. Conceptos y experiencia. No hay magia.
Una vez que has visto el camino, nadie te puede parar.
Porque a diferencia de las drogas, los datos te ayudan a hacer mejor las cosas. A conocer mejor a tu cliente. En definitiva a mejorar tu empresa. Y esto genera adicción.
Si has empezado a trabajar con datos sabes de lo que hablo.
Bien.
En DECIDATA queremos ser tu dealer en Analítica Avanzada. Bien a través de formación con nuestra Aula de Datos, bien a través de nuestra experiencia contrastada en proyectos de datos en diferentes sectores. Desde la calidad y gobernanza de los datos hasta la integración de modelos de machine learning e IA en tu empresa.
Encantados de tener una conversación.
Iñaki Pertusa
Socio en DECIDATA