Investigación y transferencia del conocimiento desde el diseño: Design Research

Juan Sádaba Arquitecto Diseño EHU UPV Profesor Universidad

Cada vez más, la investigación científica forma parte inseparable de las tareas demandadas a los profesionales del mundo académico en nuestra universidad y en todo el mundo. Se trata de un cambio progresivo que mejora nuestra calidad docente y convierte nuestras instituciones en generadoras continuas de conocimiento.

No obstante, en áreas relacionadas con el diseño (tomado este concepto en sentido amplio) la dificultad para asimilar los procesos de trabajo a los propios de la investigación científica y encontrar la publicación adecuada para la transferencia del conocimiento suele presentar un plus de dificultad.

Me refiero a cualquier área no perteneciente al cuerpo disciplinar de las ciencias naturales, pero específicamente a aquellas con cierta relación con el diseño y presentes en la oferta académica de la UPV/EHU como son arquitectura, bellas artes e incluso las ingenierías.

La investigación científica es connatural a la actividad de las ciencias naturales fundamentalmente, y podríamos decir que no tiene difícil extrapolación en las ciencias sociales desde la aparición de éstas. Los resultados continuos de una actividad científica en la que se está probando un cultivo biológico o la observación de un fenómeno social, generan datos variables y cuantificables que pueden ser compilados y transmitidos/transferidos para la posible utilización de otra investigadora o investigador.

Sin embargo, en el ámbito de la generación de producto industrial, arquitectónico o artístico, el proceso metodológico no es lineal y se basa en una serie de acciones iterativas que tienen una naturaleza propia, muy distinta de la generación de conocimiento a través de la formulación de hipótesis y su comprobación o la inducción de soluciones propias de la ciencia clásica.

Sin contar con datos concretos, aunque sería una investigación interesante, la sensación es que incluso arquitectos e ingenieros con una importante y reconocida trayectoria profesional e investigadora, encuentran dificultades para publicar el resultado y/o el proceso de su investigación de una manera fluida y natural. Las revistas indexadas y de mayor peso en disciplinas como el arte, el diseño, la arquitectura y, en cierta medida las ingenierías, nacieron como transmisoras de los avances e innovación en esas disciplinas y para compartir todo ese saber dentro del propio gremio, pero esas vanguardias y hallazgos no siempre siguen el orden dogmático de las ciencias naturales.

En el entorno de los años 50, ante los cambios sociales y la creación y manufacturación de productos en serie, el concepto de diseño comenzó a tomar forma. En la Bauhaus y en la escuela de Ulm principalmente, y al amparo del orden mental germano, se había comenzado ya a tratar de investigar y racionalizar esos procesos mentales que tenían unas características propias diferentes a la metodología científica tradicional y a buscar la forma de tipificarlos, comprenderlos y, si acaso, sistematizarlos.

El embrión de esa aspiración por una tipificación del diseño y la creación de mejores soluciones de una manera lo más eficiente posible había empezado a tomar forma en la II Guerra Mundial, a medio camino, quizás, entre los instrumentos de las ciencias sociales (lo que fue llamado Operations Research) y la generación y optimización de productos viables para un escenario de conflicto bélico. En la búsqueda del estudio y desarrollo ordenado de todos esos procesos, las primeras escuelas no militares que habían abrazado el diseño como una disciplina con vida propia, acogieron en gran medida la formación en arquitectura, una disciplina que tenía un pie en las bellas artes y el otro en el conocimiento técnico. El primer director de la Bauhaus fue Walter Gropius, que comenzó con un syllabus en gran medida prestado de la arquitectura, para más tarde seguir avanzando e ir conformándose como un cuerpo disciplinar con forma y contenido propios.

En 1968, Herbert Simon, premio Nobel de economía y teórico de las ciencias sociales, publicaba ‘The Sciences of the Artificial’ en donde abría una puerta hacia la sistematización del diseño y las actividades creativas (y no creativas) humanas. Para Simon, cualquier práctica profesional está enfocada en lo que él denomina “diseño”, que es el proceso para “cambiar situaciones existentes en otras preferibles”. Ese -quizás cuestionable- concepto de diseño estableció las bases para una nueva disciplina, investigadora de todos esos procesos de creación artificial, lo que, en inglés, lengua actual de la transferencia del conocimiento, se llama ‘Design Research’. Otras publicaciones como ‘Designerly Ways of Knowing’ de Nigel Cross, o ‘Wicked Problems in Design Thinking’ de Richard Buchanan, entre otros, han ayudado a consolidar el tronco disciplinar del Design Research.

Cuando Horst Rittel, otro de los autores más citados y referencia incuestionable, define el objeto de trabajo del diseño, los ‘Wicked Problems’, está abriendo también el alcance a cualquier problema no lineal/matemático que pueda tener diferentes soluciones válidas, en mayor o menor medida. Esa visión de las soluciones múltiples como resultado de una combinación de variables es una traslación evidente del pensamiento computacional embrionario de los años 50, pero queda grabado en los fundamentos de la generación del diseño como disciplina.

Como consecuencia de la aparición del Design Research y de las conferencias sobre Design Methods que se celebraron sobre todo en el Reino Unido, se crea en los años 60, la Design Research Society (DRS), cuya misión es “promocionar el estudio y la investigación en los procesos de diseño en sus múltiples campos”. La conferencia bienal de la DRS es la cita obligada y punto de referencia de la disciplina del ‘Design Research’ a escala internacional. Su publicación ‘Design Studies’ está clasificada como la publicación número uno en los rankings de la disciplina de diseño en el primer cuartil de publicaciones indexadas.

La conferencia de la Design Research Society del año 2022 se celebra en Bilbao entre los días 25 de junio y 3 de julio y supone una oportunidad inigualable para que la Universidad del País Vasco adquiera presencia en una disciplina de gran peso en el mundo de la investigación. Nuestras investigadoras, nuestros estudiantes y profesorado podrían encontrar en la profundización sobre los procesos creativos de aquellas disciplinas cuyo ámbito de trabajo se centra en la creación de ‘artefactos’ una vía de acceso fluida hacia la publicación científica y una metodología investigadora atractiva, porque en palabra de Simon: “esas cosas que llamamos artefactos no están separadas de la naturaleza”. El ‘Design Research’ puede ser el punto de encuentro para que Arquitectura, Bellas Artes, Diseño e Ingenierías encuentren su camino natural hacia la investigación, la publicación y la transferencia de conocimiento.

Artículo publicado por Juan Sádaba en el blog de EHU/UPV