Aplicando el diseño de forma estratégica para generar valor a las marcas: Genís Sala, ‘Sala Diseinua’

Sala Diseinua

«Hay que ganarse la confianza para que te vean como una inversión, y no como un gasto,.. y esto no es fácil.»

Sala Diseinua nace con la idea de hacer llegar el diseño y desarrollo de productos físicos a la industria del País Vasco: “En 2020, justo antes del inicio de la pandemia, quise dar un giro a mi vida personal y porfesional viniendo a vivir a Bilbao. Desde aquí decidí emprender por mi propia cuenta y descubrí ‘Bilbao Design Hub’; un coworking que es más que un coworking, un centro de diseño que reúne profesionales autónomos del mundo del diseño en su sentido más amplio…” Explica Genís Sala.

Este Ingeniero de Diseño catalán trabaja por cuenta propia pero, cuenta con la colaboración de varias personas que le ayudan en la ejecución de los proyectos: “En la parte dónde yo no llego por falta de conocimiento, tiempo o recursos; junto a uno de mis colaboradores estamos ampliando la cartera de servicios para ofrecer visiones estratégicas empresariales más sostenibles y, centradas en diseño de servicios y productos más circulares”. Sin duda, un cambio de mentalidad imprescindible para asegurar el futuro de las empresas.

Iniciaste su trayectoria en empresas del sector del metal, diseñando piezas para maquinaria y, después dar el salto al sector de las luminarias…

Creo que la parte que me he sentido más valorado en mi experiencia laboral ha sido en ofrecer soluciones creativas en las partes técnicas y funcionales de los diseños y desarrollos de productos. Tener un bagaje en empresas del sector del metal (talleres de mecanizados, planchisterias…) me ofreció una base técnica importante para luego desarrollar distintos productos como luminarias, artículos deportivos y cualquier reto que me hayan planteado.

¿Cuáles son ahora los principales clientes y/o sectores de mercado?

Sigo trabajando de forma externa para empresas del sector de la iluminación que quieren diseñar, desarrollar e industrializar sus propios productos. Les ayudo en la parte de conceptualización, diseño y presentación de propuestas, planificación y seguimiento, desarrollo técnico e industrialización y contacto con proveedores locales e interesantes para el proyecto.

Recientemente, también he colaborado con estudios de diseño de producto dónde les he ayudado en esta parte técnica del proceso de desarrollo de productos, ya sea por falta de recursos y/o conocimiento. La opción de ampliar y reducir equipos son las ventajas de la contratación externa.

¿Y cómo ayudáis a las empresas a industrializar sus productos?

Según las necesidades del cliente adapto el paquete de servicios que pueda necesitar y le hago una propuesta. Hay proyectos que son sencillos y de una simple ejecución de tareas y otros de investigación y acompañamiento durante el diseño y desarrollo.

Cuando ya se tienen claros los límites del proyecto, redacto un documento de especificaciones del producto/servicio (el briefing). Allí quedan reflejados el perfil del cliente, aspectos iniciales del proyecto, necesidades y objetivos a cubrir, requisitos técnicos y funcionales, segmentos del cliente, presupuesto general del proyecto, presupuestos para el prototipaje y a esto lo acompaño con un documento de planificación dónde se ven reflejadas todas las etapas y objetivos a cumplir. Esta guía es ideal para tener una dimensión global de cómo abordar el proyecto, dentro de unos plazos y con un presupuesto acotado. Estos documentos te dan una información valiosísima para saber cómo materializar las ideas del cliente.

¿Es fácil que las empresas confíen en ti?

Hay que ganarse la confianza para que te vean como una inversión, y no como un gasto,.. y esto no es fácil. Por suerte, en Euskadi y alrededores he visto varios ejemplos sectores tan tradicionales como el sector de máquina-herramienta que, ya han hecho sus apuestas en externalizar el diseño.

Pero en general mi percepción es que no hay una buena comprensión del valor que aporta un diseñador industrial o un ingeniero de diseño en la resolución del diseño de un producto o máquina; sobre todo, del valor que aporta en muchas facetas como son la usabilidad, percepción del producto, comprensión, el vínculo… Y a nivel externo, no ayuda que en el sector de reclutadores y RR.HH. haya una desconexión de las necesidades que tienen sus clientes y la terminología que utilizan para categorizar estos perfiles que buscan: No es lo mismo un diseñador industrial, que un ingeniero de diseño industrial, un ingeniero industrial, un ingeniero mecánico o un ingeniero de estructuras. Para generar más confusión en los perfiles que buscan, se suman la cantidad de ofertas de “Diseñadores de producto” que en realidad son “Diseñadores digitales”. A nivel de mercado no hay una comprensión clara del valor diferencial que aportan cada uno de estos perfiles profesionales. Esto hace que el posicionamiento sea aún más complicado.

Toda esta experiencia es un importante valor añadido para la ingeniería de diseño industrial local y también internacional…

Esa es la intención, aportar mi visión y experiencia al sector industrial. Pero lo que más me enriquece es poder trabajar con distintos perfiles de cliente, ya que yo aprendo mucho de ellos y eso es un valor y una experiencia que se va sumando para futuros proyectos. Según en qué sectores, me he dado cuenta que esta visión mucho más amplia de la industria es un valor percibido por el cliente a la hora de acometer sus problemas y necesidades.

La apuesta de externalizar servicios de diseño e I+D, es una opción que trae ventajas y desventajas. Equivocarse en la elección del servicio externo es muy fácil; si no es la ideal para tu proyecto, te vas a llevar una mala experiencia y difícilmente vas a repetir en la contratación de diseño externo. A veces hay que saber decir ‘no’ a un proyecto si el contexto no acompaña, y eso en realidad ayuda mucho más a los clientes para no llegar a un camino sin salida, aunque no implique la remuneración económica por mi parte. Con esto intento transmitir mi implicación en los proyectos del cliente, busco los mismos resultados que ellos y, por lo tanto, no les hago arriesgar más de lo que yo mismo arriesgaría.

Trabajas codo a codo con otras empresas y estudios de diseño… ¡Las sinergias funcionan!

Totalmente, uno de mis clientes lleva el diseño estratégico recorriendo por las venas… Lo integra en todos los departamentos y la comunicación entre ellos fluye. Desde fuera se percibe, pero cuando estás dentro es sorprendente su apuesta, su dedicación de recursos materiales, personales y económicos. Y no le tiembla el pulso en pedir ayuda externa, porque sabe que de ello se enriquece; tiene claro que es una inversión y no un gasto.

No son tiempos fáciles para imaginar el futuro pero, ¿cuáles son al menos los retos más cercanos que tienes a la vista?

Por ahora la mayoría de mis clientes se encuentran en Catalunya, con lo que me obliga a hacer una visita cada dos meses aproximadamente. Aunque los seguimientos los hacemos mediante videoconferencias, cuando ya tenemos prototipos físicos hay que probarlos, hay que sentirlos y hay que testearlos. Por lo tanto, el primer reto que tengo es ampliar la red de contactos en Euskal Herria y encontrar estas sinergias.

De otra parte, aunque hay una marcada tendencia en “digitalizar” los productos o transformarlos en servicios, aún hay espacio para el diseño y desarrollo de productos físicos pero, cambiando algunas de las prioridades que se habían descuidado recientemente, como puede ser el medio ambiente y los aspectos sociales. Para ello estoy trabajando en ofrecer una propuesta de valor que se centre en la mejor toma de decisiones ambientales en el diseño y desarrollo de productos y que las actividades que se deriven de ello generen un valor a nuestra sociedad.

Os invito a visitar mi web www.saladiseinua.com y a trasladarme vuestras inquietudes o necesidades a través del correo sala@saladiseinua.com

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Vía SPRI