Autor: JAVIER MARTÍN / FUTURIZABLE
Recientemente, en un curso que estamos realizando para ayudar a científicos a crear sus propias empresas basadas en los resultados de sus investigaciones, surgió el debate al respecto de las patentes y acabamos en un callejón sin salida entre los razonamientos de aquellos que consideran que sí que es necesario contar con una patente y los que pensamos que hay cosas mucho más importantes en las que trabajar cuando se quiere crear una startup, por lo que lo de la patente debería pasar a segundo plano, hasta que se descubra que realmente hay un interés del mercado por lo que queremos desarrollar.
El problema, en mi opinión, es que la mayoría de la gente ve las patentes como una manera de defenderse ante posibles copias o robos de las invenciones realizadas, pero creo que para la mayoría de científicos y emprendedores no es la estrategia adecuada de cara a lograr el éxito en el mercado, sino que deberían buscar otras opciones que se adapten mejor a cada circunstancia concreta.
Para mi, contar con una patente es como comprar una pistola para defenderse de un ejército. El problema es que, si tienes una pistola y formas parte de un ejército, el arma claramente te ofrece una utilidad, pero si estás tú solo creo que la mejor opción no es enfrentarse al ejército enemigo usando una pistola, sino pensando otras estrategias en las que asumamos menos riesgo o tengamos menos posibilidades de fracaso. Perdonad por el símil bélico pero pienso que muchos científicos e inventores se enfrentan a una verdadera batalla contra aquellos que quieren copiarlos y aprovecharse de sus invenciones, descubrimientos o innovaciones, pero no siguen la estrategia adecuada al pensar que una patente será lo que les permitirá salir victorioso de esa batalla.
Dicho de otra manera, las patentes están muy bien para las grandes empresas o para las universidades que cuentan con importantes estructuras legales y administrativas que pueden permitirse dedicar mucho tiempo y recursos a este tipo de estrategias, pero cuando hablamos de un emprendedor, que en la mayoría de los casos emprende en solitario, su tiempo y recursos deberían estar mejor empleados en trabajar con los clientes en lugar de en hacer trámites burocráticos.
Lo malo es que las otras opciones disponibles, como alternativa a las patentes, tampoco nos aseguran el éxito, aunque al menos nos permiten buscar opciones cuando sabemos que nos enfrentamos a un contrincante que muestra una gran ventaja, ya sea por contar con más recursos o por su falta de escrúpulos a la hora de seguir las reglas del mercado y de la legalidad.
Y aquí es donde queríamos aprovechar para hablar de la Ciencia Abierta, porque si recurrimos al símil de lo ocurrido en el ámbito de la informática, algo de lo que ya hablamos aquí hace 4 años, cada vez queda más claro que es necesario desarrollar nuevos modelos de negocio en el ámbito de la ciencia, sin descartar del todo el tema de las patentes, que desde luego cumplen su función en algunos casos, pero dejando de verlo como la única o mejor opción para muchos otros casos donde realmente no se muestran como la solución adecuada.
La experiencia que tenemos al respecto en el mundo del software y el hardware es que, frente al modelo cerrado y privativo que tiene a las patentes como una de sus principales herramientas, tenemos la opción de abrir y compartir los descubrimientos, invenciones e innovaciones, para darles un mayor recorrido en el mercado, buscando posteriormente formas de obtener una recompensa por el trabajo realizado, pero evitando poner inicialmente barreras que impidan que realmente la invención realizada llegue al mercado y pueda cumplir con la función para la cual fue ideada.
Siguiendo con el símil de la tecnología, vemos que las ideas del movimiento Open Source, que fueron desarrolladas en el ámbito del software, han pasado también al mundo del hardware con iniciativas muy ambiciosas como puede ser Arduino, por lo que también podría ocurrir lo mismo en el ámbito de la ciencia, es cuestión de pensar bien cómo hacerlo y ponerse a trabajar para lograr el éxito.
De esta forma si lo pensamos, la estrategia que tuvo Linux para competir con el todopoderoso Windows, fue optar por ofrecerse libre y gratuitamente a cualquier persona que quisiese usarlo y posteriormente la forma que ha tenido Arduino de competir con Intel también ha sido convertirse en Open Source, para que haya tanta gente usándolo y se genere tanta actividad sobre ello, que al final se puedan desarrollar modelos de negocio secundarios basados en la gran comunidad de usuarios que se ha creado.
Por otro al hablar de Ciencia Abierta también es bueno destacar lo que está ocurriendo en los últimos meses en relación con algunos escándalos asociados a las publicaciones científicas, a la necesidad de desarrollar nuevos modelos de publicaciones abiertas y revisadas por pares, además de en general encontrar nuevos modelos de negocio para el sector científico que ayuden a mejorarlo, tanto en los resultados que ofrece como en el trabajo que realizan los propios científicos. Porque de alguna forma lo que estamos viendo es que el modelo privativo que nos ha traído hasta aquí tiene otros problemas además del de las patentes y la posición al respecto de los pequeños investigadores, porque también el sector científico en general, del que forman parte grandes empresas e instituciones, se enfrenta a retos como la pérdida de credibilidad debida a escándalos como el de la Hidroxicloroquina.
En relación con este problema y otros que se han producido en los últimos años, las grandes instituciones científicas comienzan a dar los primeros pasos para solucionar los problemas que se han formado en el modelo de ciencia actual, como por ejemplo la reciente decisión del MIT de dejar de trabajar con Elsevier, la mayor editorial científica del mundo, que se suma a otras muchas iniciativas, como la decisión de la Universidad de California de publicar los 50.000 artículos científicos que genera anualmente a través de la plataforma de ciencia abierta PLOS.
La necesidad de apostar por el modelo de Ciencia Abierta
Al igual que ha ocurrido en los últimos años en las grandes empresas, el mundo de la ciencia, y el de la educación correspondientemente, debería afrontar un proceso de transformación digital y cultural que le ayude a seguir ofreciendo soluciones a los nuevos retos a los que se enfrenta la humanidad. Pero muchas veces las noticias que nos llegan desde el mundo de la ciencia parecen ir por otros derroteros y pueden hacernos pensar que vivimos un proceso de declive que puede dañar de forma importante todo el trabajo que se ha venido haciendo para construir el edificio que ahora conforma todo lo relativo a la investigación científica. Por ejemplo noticias como la precariedad laboral que viven muchos de nuestros científicos resultan bastante desalentadoras y nos invitan a ver la necesidad urgente de encontrar soluciones a estos problemas.
Es por esto que en Futurizable nos gustaría saber si la ciencia abierta puede ser una parte de la solución a estos problemas, para posteriormente ver si nosotros también podemos ayudar de alguna forma a promover esos modelos en las actividades que realizamos a nivel de divulgación y formación, ayudando al sector científico a transformarse.
Y para ello lanzamos esta ENCUESTA en la que nos gustaría contar con vuestra participación, ya que la visión de conjunto de los más de 3.500 suscriptores de esta newsletter puede ser muy representativa al respecto de cómo los especialistas en tecnología e innovación piensan que su experiencia puede servir para mejor el sector científico.