INTELIGENCIA SITUACIONAL: LIDIA CON LA INCERTIDUMBRE

Adesio Lidiar Incertidumbre

La inteligencia situacional es LA CAPACIDAD que puedes activar para hacer frente a la incertidumbre y al cambio acelerado que estamos viviendo. Entérate de qué se trata, qué te puede aportar y cómo la puedes desarrollar gracias a los 6 secretos que te ofrece Adesio en este artículo.

La pandemia ha confirmado algo que ya sabíamos: nuestros hábitos, nuestros logros y nuestro futuro son cada vez más inciertos porque los cambios son cada vez más rápidos. Dicho de otro modo y como lo muestra el gráfico, vivimos muchos más cambios ahora que en el pasado.

Esta incertidumbre nos afecta en todas las áreas de nuestra vida: las relaciones humanas, la esperanza de vida, la movilidad, el empleo… Los expertos no se equivocan cuando dicen que no tenemos ni idea de cómo será el mundo en el 2050 y que la mayor parte de lo que los niños aprenden hoy será inútil dentro de 20 o 30 años, o incluso menos.

SUERTE E INCERTIDUMBRE

Si nos ponemos a pensar, ¿quién habría podido imaginar hace 20 años que los perfiles más demandados hoy, serían los analistas de datos, los directores de felicidad o incluso los gerentes de incubadoras?

Con estos datos, nuestra única certeza es que no podemos estar seguros de nada. Así que, a falta de invocar a lo divino o de apelar a nuestra buena estrella, la persona más afortunada a la hora de navegar las incertidumbres, será aquella que cuente con la capacidad de comprender el entorno que le rodea en toda su complejidad y así, aprovechar y/o provocar oportunidades favorables.

APRENDER A ‘SURFEAR LAS OLAS’

El profesor en la Sorbona François Mattens, nos habla de aceptar vivir con la incertidumbre. Para él, la respuesta radica en activar la inteligencia situacional (IS). (Artículo en la Harvard Business Review).

Se trata de un conjunto de actitudes mentales y comportamientos intelectuales que combinan talento, sagacidad, previsión, flexibilidad mental, ingenio, atención, sentido de la oportunidad, habilidades diversas y experiencias adquiridas durante mucho tiempo.

Se puede mantener y perfeccionar a diario, a través de muchas habilidades blandas como la curiosidad, la creatividad o incluso la audacia. Cualidades que permiten identificar y crear oportunidades atando cabos, siguiendo intuiciones, encontrando maneras no tan obvias de hacer las cosas etc…

DE CI A IS

A lo largo de nuestros estudios se deberían evaluar nuestras habilidades para pensar de forma crítica y nuestro grado de adaptación al cambio. Sin embargo, se miden nuestro cociente intelectual (CI) o nuestra memoria. Ambos criterios tienen su interés, pero ponen el enfoque en la capacidad de retener y de reproducir información. Es decir, en un sistema de pensamiento predefinido que dificulta la innovación.

En las empresas es más de lo mismo. Se contrata y luego se evalúan a las personas en base a sus títulos, a los objetivos marcados en las fichas y al cumplimiento de las reglas establecidas. Con la creciente incertidumbre actual, se necesitan iniciativas asociadas a un nivel de riesgo creciente, lo cual demanda creatividad e innovación.

Ha llegado por tanto el momento de superar el cociente intelectual (CI) para crecer hacia más inteligencia situacional (IS).

6 MANERAS DE ACTIVAR LA INTELIGENCIA SITUACIONAL

Lejos de ser innata, la IS se aprende, se mantiene y se fortalece. Veamos cómo:

“Recuerda que nuestra inteligencia no trata solo de lo que sabemos, sino de lo que hacemos cuando no sabemos.”

DESARROLLA EL ARTE DE HACER LAS PREGUNTAS ADECUADAS

Si tuviera una hora para resolver un problema, pasaría cincuenta y cinco minutos pensando en la pregunta y cinco minutos pensando en la solución“- Albert Einstein.

Esta lógica se apoya en la capacidad de cambiar de perspectiva y ver las cosas desde ángulos variados. Al diseccionar un problema complejo en una serie de preguntas sencillas, se suman soluciones sencillas. La suma de estas soluciones sencillas conduce a un resultado favorable frente al problema global.

UTILIZA EL SENTIDO COMÚN

Es fundamental volver a poner el sentido común en el centro de la gestión y de la toma de decisiones. El sentido común radica en la capacidad de tomar decisiones basadas en la realidad, reduciendo el uso de ideas predefinidas. Se puede mejorar y mantener gracias a ejercicios intelectuales, y sobre todo mediante experiencias que te obliguen a salir de tu zona de confort.

FOMENTA TU ADAPTABILIDAD

Adaptarte a tu entorno es una característica importantísima de la inteligencia situacional. Se trata de actuar como un camaleón en cualquier entorno social o intelectual. Es decir, demostrar inteligencia emocional, detectar y encontrar la mejor manera de actuar en un entorno determinado para generar nuevas oportunidades.

AUTORIZA EL ERROR

En las culturas latinas, el coste psicológico del error es muy alto. Eso es así porque estamos acostumbrados a juzgarnos muy duramente al cometer un error. Este juicio limita nuestra capacidad de pasar por procesos de prueba y error, y por tanto de crear nuevas soluciones. Nos lo enseñan tanto la naturaleza (que prueba y falla permanentemente para poder progresar) como culturas como la norteamericana, más acostumbradas a la toma de riesgos. Desarrollar nuestra inteligencia situacional también pasa por reducir este coste psicológico del error.

PRACTICA LA HUMILDAD

Sin caer en el síndrome del impostor, es importante conocer nuestros límites y debilidades. Esta conciencia fortalece el liderazgo, ya que deja espacio a que las demás personas expresen sus talentos, generando de nuevo, nuevas posibilidades.

TRABAJA EN RED(ES)

Obviando algunas raras excepciones, los éxitos son el resultado del trabajo en inteligencia colectiva. El ser humano con alto grado de IS logra encontrar conexiones y complementariedades entre ecosistemas para crear sinergias. Construye a través de lo colectivo, de lo colaborativo.

Si te ha gustado este artículo o tienes cualquier consulta adicional no dudes en contactar con Adesio, donde diseñan dinámicas personalizadas para cada organización.

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