En estos días, una decisión tomada desde Estados Unidos ha puesto en alerta a la economía global. El gobierno de Donald Trump anunció nuevos aranceles (impuestos a las importaciones) que afectan a países como China, Japón, la Unión Europea y otros.
Pero más allá de la economía, ¿qué significa esto para nuestro día a día, nuestro entorno y nuestras comunidades?
Desde Laukariz EKOsistema queremos invitarte a mirar más allá de los titulares y pensar en lo que realmente está en juego: el bienestar de las personas, el equilibrio del planeta y la forma en que producimos y consumimos.
¿QUÉ PODRÍAMOS PERDER?
Más contaminación
Si los países empiezan a producir localmente lo que antes compraban de forma más eficiente en otros lugares, se usarán más recursos y energía… y eso se traduce en más emisiones y más impacto ambiental.
Menos acceso a energías limpias
Las trabas al comercio pueden dificultar la llegada de tecnología para energías renovables, frenando la lucha contra el cambio climático.
Un mundo menos conectado
Las tensiones económicas entre países hacen más difícil colaborar en temas claves como el medio ambiente, los derechos laborales o la equidad.
Más desigualdad
Suben los precios. ¿Quién lo sufre más? Las personas con menos recursos. Comprar alimentos, medicinas o productos básicos puede volverse más difícil.
Trabajo en condiciones precarias
Mover fábricas a lugares con menos controles puede llevar a la explotación de personas y recursos.
¿QUÉ PODRÍAMOS GANAR SI LO HACEMOS BIEN?
Más producción local, más empleo en casa
Con productos importados más caros, se abre una oportunidad para apoyar lo que se hace cerca, reduciendo la huella de transporte y fortaleciendo nuestras comunidades.
Impulso a la economía circular
Reparar, reutilizar, reciclar. Menos dependencia del exterior puede hacer que apostemos más por estas prácticas.
Nuevas formas de producir y consumir
Adaptarnos puede abrir la puerta a modelos más sostenibles, donde el empleo y el desarrollo se construyen desde lo local.
Más autonomía, más resiliencia
Cuando una comunidad depende menos de lo que viene de afuera, puede tomar el control sobre su economía y decidir su propio camino.
¿Y AHORA QUÉ?
Las medidas económicas como los aranceles no son solo números en una pantalla. Tienen consecuencias reales en nuestras vidas, en el planeta y en el futuro de nuestros hijos.
Este puede ser un punto de inflexión. Un momento para repensar cómo vivimos, qué consumimos y qué tipo de mundo queremos construir.
DESDE LAUKARIZ EKOSISTEMA, TE INVITAMOS A SER PARTE DEL CAMBIO.
A exigir políticas responsables.
A elegir productos locales.
A hablar del tema con tu comunidad.
A actuar, con conciencia y con esperanza.
Porque el futuro no se negocia: se construye.