La ‘startup’ alavesa, liderada por Elena Sardiña, apuesta por el desarrollo de ideas vinculadas con la innovación y la sostenibilidad.
A la hora de hablar de Industria 4.0, más allá del uso de nuevas tecnologías, el diseño de productos marcados por la innovación y las patentes es un elemento fundamental. Los departamentos de I+D+i de las empresas, así como los centros tecnológicos, juegan un papel fundamental en esta labor de búsqueda de la innovación y de transferencia del conocimiento, pero también existe espacio para el emprendizaje en esta área.
Es el caso de la ‘startup’ Elequele, que se define como una empresa tecnológica para dar respuesta a las necesidades del mercado mediante el desarrollo de líneas de productos innovadores en sectores de la industria donde se encuentre un nicho de mercado en potencial crecimiento. Desde la idea inicial hasta la consecución de productos optimizados y competitivos, ofrece un servicio integral de base tecnológica.
Elequele está liderada por Elena Sardiña, una ingeniera mecánica residente en Araba, que fue responsable de la Gestión de Calidad de la planta de Mercedes-Benz en China. Con ese conocimiento adquirido, se decidió a dejar la empresa y lanzarse a emprender porque “quería marcar las pautas y lanzar ciertas ideas que tenía en la cabeza desde hace tiempo”, recuerda la CEO de Elequele. “Intenté compatibilizar mi trabajo con este proyecto, pero requiere de mucha energía. Al principio, comenzaba después de una jornada laboral con mis desarrollos, pero al final tienes que involucrarte al 100% porque si no se pospone y no cuaja. Di el paso de emprender gracias al Grupo SPRI y al BIC Araba, que me hicieron un tutelaje inicial, porque soy ingeniera mecánica, pero de cuentas, finanzas o aspectos legales para la constitución de una empresa no tengo mucha idea. También me apunté a talleres de emprendimiento y fui dando los pasos hasta arrancar en septiembre de 2020”.
El objetivo inicial de Elena Sardiña es desarrollar sus propias ideas, aunque está abierta a ayudar a empresas o presentarse a concursos públicos de ideas en los que la innovación sea un elemento clave. “Lo que hago es buscar una necesidad o producto que quiero lanzar. Hago el diseño y el desarrollo, y busco la manera de industrializarlo y comercializarlo. Lo que hago es desarrollar un proyecto bajo mis criterios y luego ver cómo transferir esa tecnología o cómo hacerme cargo de ella hasta la comercialización”.
A la hora de afrontar cualquier nuevo proyecto de diseño, esta ingeniera mecánica alavesa tiene establecidas diferentes fases: “Inicialmente, se trata de desarrollar el concepto básico. Procuro, paralelamente, hacer un primer prototipo funcional a pequeña escala para ver que a nivel mecánico y de funcionamiento hay una solución posible. Llevo a cabo un estudio de mercado con un informe de viabilidad y factibilidad para ver si hay demanda. Y luego, según como vaya, hay veces que me involucro hasta la industrialización. En caso contrario, hay que realizar una buena presentación para captar la atención de un futuro licenciatario. Diseño, estudios de mercado, prototipos y comercialización e industrialización y, por supuesto, siempre, siempre, patente. Es en lo que más capital invierto porque esa tranquilidad que ofrece una patente hay que tenerla siempre de cara a negociaciones y consultas”.
Entre sus primeros desarrollos propios destacan un sistema de doble molienda de grano de café para cafeteras italianas. Junto a una empresa alavesa afrontarán la industrialización y la comercialización, aunque previamente realizarán una prueba de mercado en Holanda. “Se trata de hacer una fase piloto y ver cómo darle salida a nivel mundial”, detalla la CEO.
Otro producto en desarrollo es un aparato culinario para la elaboración de masas alternativas al trigo orientado a “dietas saludables y deportistas” que permite al usuario seleccionar las unidades y el tipo de harina en sí: “El usuario obtiene la masa lista para el consumo en diferentes formatos como ‘snack’s o barritas. Es como una especie de Nespresso de masas de harina”, recalca Sardiña.
El trabajo se acumula en los últimos meses para esta emprendedora ya que también está desarrollando un sistema contra el vandalismo para elementos urbanos como contenedores: “Un sistema retenedor de contenedores, antivandalismo o que evite riesgos climatológicos como inundaciones o vendavales. Buscamos un ahorro energético a la hora de reaprovechar el plástico y que los ayuntamientos no tengan que comprar contenedores nuevos”.
Mirando más al mundo industrial, Elequele se hizo con el reto Ances Open Innovation, el programa de innovación abierta de Ances, centrado en la fabricación de una remachadora eléctrica portátil para su uso en plantas fotovoltaicas. Un reto impulsado por la empresa Soltec junto con la que está desarrollando el proyecto. La ‘startup’ también ha ganado el concurso Alava Innova con “un sistema para el reaprovechamiento de los posos de café”.
Muchos frentes abiertos para esta joven emprendedora para la que las nuevas tecnologías son un aliado fundamental. Es el caso de la fabricación aditiva para el prototipado de su sistema de doble molienda para granos de café. Otro factor destacado es dotar de conectividad e inteligencia a los nuevos dispositivos que esté desarrollando. Según la responsable de Elequele: “Toda la información que pueda llegar de entrada, todo lo que se contemple al principio de una fase de diseño y desarrollo, son costes que te ahorras. Los sistemas de captación de datos son fundamentales para hacer un diseño inicial robusto. Hay que ponerse en todos los escenarios para intentar solventar los problemas antes de que aparezcan”.
Otro aspecto importante es el de la fabricación. Parece que queda lejos el mito de que fabricar en países asiáticos es mejor y más barato. “A veces se invierte demasiado tiempo o energía en buscar quien me lo pueda fabricar y puede ocurrir que no lo consigas o que tengas que irte lejos o a China. Aquí, en Álava, las empresas te ayudan y te dirigen. Aunque ellos no saquen nada, invierten su tiempo en recomendarte y en conectarte con empresas que te pueden ayudar. Tenemos una red muy potente de empresas de mecanizado, estampación, etcétera, que son capaces de llevar adelante cualquier tipo de proyecto”, concluye Elena Sardiña.
El Grupo SPRI apoya la innovación, el emprendimiento e intraemprendimiento con un acompañamiento integral para que las ideas lleguen con éxito al mercado. Más información en este enlace.
Vía SPRI