Los modelos de negocio basados en la compartición de activos buscan optimizar el uso de bienes que no se emplean continuamente, como coches o viviendas. Blablacar o Airbnb son solo dos ejemplos presentes en nuestra vida cotidiana.
En el sector industrial, sucede algo similar: muchas máquinas productivas no operan las 24 horas, lo que genera oportunidades desaprovechadas. Con frecuencia, los fabricantes subcontratan procesos a empresas ubicadas a gran distancia sin ser conscientes de que en su entorno existen otras empresas que, aun teniendo las mismas capacidades productivas, tienen sus máquinas infrautilizadas.
Para afrontar esta realidad, surge en Europa el concepto Manufacturing as a Service (MaaS), orientado a maximizar el uso de los recursos productivos y reducir la huella de carbono.
La servitización de los recursos de fabricación pretende mejorar significativamente la flexibilidad y capacidad de respuesta de la producción bajo demanda, permitiendo una productividad adaptada a numerosas categorías de productos.
Este enfoque involucra a múltiples actores, desde proveedores de sistemas y tecnologías hasta empresas manufactureras y otros integrantes d ela cadena de valor. Los proveedores de sistemas de fabricación y tecnologías de integración diseñan y ofrecen servicios interoperables en estrecha colaboración con las empresas manufactureras, mientras que otros proveedores de la cadena de valor pueden ofrecer servicios adicionales.
El intercambio seguro y en tiempo real de datos entre estos actores es fundamental pata agilizar la respuesta, aunque requiere aún mayor investigación.
Desde 2024, el centro tecnológico Tekniker participa en la iniciativa europea Tech4MaaSEs, cuyo desafíos es crear una red de gemelos digitales con capacidades avanzadas de confiabilidad y cognición para fomentar la cooperación distribuida en la fabricación avanzada europea dentro de distintas redes de valor.
Financiado por el programa Horizon Europe, el proyecto integra conocimiento en fabricación con tecnologías avanzadas de la información y comunicación.
Por un lado, el proyecto incorpora un sólido componente de espacio de datos; por otro, apuesta por la inteligencia artificial (IA) para automatizar tareas complejas de planificación de procesos, que hasta ahora realizan expertos con gran experiencia en el sector.
Jon Ander Sarasua, investigador de Tekniker, explica que la plataforma MaaS primero identificara la secuencia de procesos a partir de archivo proporcionado por el usuario, como fabricación aditiva, fresado o rectificado, y los servicios asociados que conforman la cadena de valor.
Actualmente, esta planificación la realiza personal especializado, pero la IA permitirá analizar las características principales de la pieza y asociarlas automáticamente a una secuencia de procesos específica, de modo que la plataforma pueda ofrecer un catálogo de empresas que brindan esos procesos y ordenarlas según criterios como cercanía, plazo de entrega o precio.
Dentro del proyecto, Tekniker colabora en un piloto junto a un fabricante de moldes y un usuario del sector de inyección de plástico.
Este piloto involucra a tres empresas que representan distintos roles dentro de un enfoque MaaS, como consumidores y proveedores de servicios de fabricación y que ejemplifican diferentes casos de negocio relevantes para el entorno industrial.
Además, el piloto abarca tres tipos de servicios: fabricación aditiva, con o sin procesos de acabado, mecanizado e inyección de plástico.
