Mira, el otro día di una clase a los alumnos del master de Sistemas Inteligentes de la Escuela de Ingenieros de Bilbao. Ingenieros ya licenciados que, además, están haciendo prácticas en empresa.
En empresas de sectores como industria, energía o, tan de nicho como, la transformación y venta de bacalao a gran escala. También había alguno trabajando en la Administración Pública y en entidades sin ánimo de lucro.
Como ves, variadas en sector y en tamaño.
Todos han usado ChatGPT para hacer alguno de los trabajados de la Uni. Y todos están convencidos de la necesidad de incorporar Inteligencia Artificial en su trabajo.
Pero cuando les pregunté si conocían si en su empresa se estaba haciendo algún proyecto de IA…
Silencio.
Un silencio complicado de entender.
Porque si todos estamos de acuerdo en la importancia de la IA. Del impacto que tiene en nuestro día a día y de lo relevante de incorporarlo en la empresa.
Por qué se está haciendo tan poco.
Por qué.
Hazte esa misma pregunta.
Por qué no estás usando en la IA en tu trabajo, igual que usas el correo electrónico o el paquete Microsoft 365.
Te doy una pista, no es la tecnología.
Si no me crees, mira tu teléfono.
Si tienes más de 40 años y tu primer móvil fue un NOKIA “one touch easy” eres muy consciente de la evolución que han tenido los terminales.
Hace 20 años no podías ni soñar que ibas a tener esta tecnología al alcance de tu mano. Y menos por el precio al que has comprado tu último móvil.
Y lo sé porque trabajé en un estudio en el año 2006 sobre las tendencias audivisuales del futuro. Y una de ellas era que íbamos a ver series, y películas enteras, en nuestro móvil.
Y yo que tenía un NOKIA “one touch easy” no podía creer que eso fuera a ocurrir nunca.
Pero la tecnología llegó y la incorporamos en nuestro día a día de manera natural. Fíjate, el móvil ha sustituido a los libros en los trayectos de bus y metro cada mañana.
Es más, tus hijos ya son nativos digitales.
Así que el reto está en ti. Y en tu organización.
En tener la capacidad de identificar las oportunidades y los problemas que pueden solucionarse gracias a la IA.
Y una vez que tienes el problema identificado, ser capaz de transformar la manera en la que haces las cosas. Para hacerlas mejor.
Más rápido.
Diferente.
Lo mismo que un médico o un abogado no pueden realizar su trabajo igual que lo hacían sus padres.
Tú, directivo, no puedes esperar hacer tu trabajo de la forma que llevas haciéndolo 20 años.
Dato o muerte.
Encantado de tener una conversación
Iñaki Pertusa
Socio en DECIDATA
