AUTOR: suumaprojects.com
Allá por el verano del 2016 pusimos en marcha una campaña de apoyo al comercio local, bajo el claim «Be local everywhere«. Queríamos poner nuestro granito de arena en apoyo al comercio local de los barrios y ciudades españolas. En «aquellos tiempos» en los que los turistas llegaban por millones a nuestro país. También para concienciar al turista español en el extranjero, que el «gusto por lo local» también se lleva de viaje.
En poco más de 60 años, el turismo mundial había pasado de 25 millones de llegadas a superar los 1.000 millones en 2013. Con una proyección, hoy difícil de conseguir, de alcanzar los 1,8 billones en 2030. La turistificación, fenómeno como definido como la orientación de los servicios y el comercio de las ciudades, más hacia el turista que al residente, estaba acabando con el comercio local (o por lo menos con el comercio local no dedicado al turismo) en los destinos más turísticos.
Ciudades con pocos turistas
El covid-19 ha arrasado con el movimiento internacional (y buena parte del nacional) de personas. Los negocios enfocados al cliente turista, hoy se ven en la imperiosa necesidad de cambiar su estrategia. También la administración pública, especialmente la local, debe plantearse un cambio de estrategia. Los ayuntamientos estaban viviendo una suerte de fiebre por situar, a toda costa, su ciudad en el mapamundi. En convertirla en un destino turístico global, aún a riesgo de perder su identidad o dejarse mucho de ella en el proceso.
El comercio local se reivindica, de nuevo, como un elemento fundamental de nuestras sociedades. En lo social, en lo económico, en lo cultural. Lo ha sido siempre. Por razones diferentes, el «Be local everywhere» de 2016 está hoy, más en vigor que nunca.
El comercio local tiene mucho que hacer. Tiene que digitalizarse. No por vender en internet, que también, si no por conectar con los hábitos de unos clientes, que hoy por hoy, son digitales. En este proceso debe contar con el apoyo de una administración pública, especialmente la local, que en la última década, le ha dado la espalda sistemáticamente.
También las marcas deben replantearse su estrategia de marketing y comunicación. Según la consultora McKinsey, la drástica caída de los viajeros en nuestras ciudades, convierte, en la futura normalidad, a los barrios en un punto clave en la estrategia de marketing. La densidad, ubicación y relación con los residentes, del comercio local en nuestras ciudades, lo posiciona como un actor clave (otro más) en estas estrategias de hiperlocalización.
Veremos cómo evolucionan las cosas.
+info: Be local everywhere!!