Diversity4equality: “El emprendimiento es una herramienta muy poderosa para crear impacto social”

Acaba de arrancar la tercera edición del programa, organizado de forma conjunta con Mondragon Team Academy, Zuhura Africa y Fundación Anesvad.

Maialen Mendizabal es la CEO de ‘Diversity4equality’, la joven cooperativa que está detrás de Africa Basque Challenge. Este programa empezó a andar en 2018 con un objetivo, juntar perfiles muy diversos procedentes de Euskadi y de países africanos para idear colectivamente soluciones a retos sociales.

Acaba de arrancar la tercera edición del programa, organizado de forma conjunta con Mondragon Team Academy (Mondragon Unibertsitatea), Zuhura Africa (entidad de emprendimiento juvenil en STEM) y Fundación Anesvad.

¿De dónde surge Africa Basque Challenge?

Es un programa que lanzamos por primera vez en 2018, a raíz de unas amistades previas que ya habíamos tejido entre Euskadi y Kenia. Nos dimos cuenta de que el emprendimiento era una herramienta muy útil para crear oportunidades a largo plazo, y que trabajarlo con jóvenes podía ser muy interesante. Así que nos lanzamos a organizar una primera edición con 40 participantes, veinte de Kenia y otras tantas del País Vasco. Luego vimos que, más que el concurso en sí, lo realmente valioso era la comunidad que se creó alrededor. No tenía sentido hacer un programa suelto, así que nos lanzamos a organizar nuevos programas.

¿Y en qué consiste?

Seguimos una fórmula “40-4-4”. En cada edición participan 40 jóvenes de los diferentes territorios y luego, durante 4 meses trabajan juntos; primero en la creación de los equipos y después en el desarrollo de una solución frente al reto que se propone.

En la primera edición, el reto fue la brecha entre lo urbano y lo rural, un problema que se da tanto en Kenia como en el País Vasco.

En la segunda y tercera edición, nos hemos enfocado al derecho a la salud.

Al final del programa, hacemos un evento de presentación y se eligen cuatro ganadores, que reciben un proceso de aceleración y un pequeño apoyo económico para poner en marcha el proyecto.

¿Qué tipo de proyectos han salido de estos equipos?

En las dos primeras ediciones, han pasado por Africa Basque Challenge más de 80 participantes. Se han creado 18 proyectos y, de ellos, 9 ya son empresas en marcha.

Uno de los más bonitos es ‘House of Coco’, una iniciativa para hacer bloques de construcción a partir de fibra de coco. El gobierno de Kenia les acaba de ceder un terreno y van a crear la primera casa con este tipo de ladrillos.

En la edición con Senegal surgieron también iniciativas muy interesantes, como una furgoneta de emprendimiento que se va a ir moviendo por diferentes territorios, apoyando a mujeres en sus propios proyectos,.. O un filtro para mejorar la calidad del agua en los hogares, que ahora está en fase de prototipo.

Justo estáis lanzando la tercera edición, ¿hay novedades?

El proceso de trabajo es el mismo, y volveremos a lanzar el reto del derecho a la salud porque ahora es especialmente importante, pero tenemos algunas cosas nuevas.

Este año lo lanzaremos en tres territorios a la vez, Kenia, Senegal y País Vasco. Además, durante el proceso Moviltik realizará un documental y una campaña en redes, donde las personas participantes serán las protagonistas. La idea es hablar del derecho a la salud pero también de cómo desde el emprendimiento se pueden crear proyectos que tengan impacto.

El objetivo del programa es, como siempre, crear proyectos y empresas reales que consigan generar un impacto positivo en los territorios donde trabajamos.

¿Y cómo lo conseguís? ¿qué tiene de especial el programa?

Desde ‘Diversity4equality’ nos encargamos de la metodología, cuya diferencia es que no se trata de un programa de emprendimiento al uso. En el País Vasco abrimos convocatoria a personas de 18 a 45 años, de cualquier perfil y sin necesidad de que tengan conocimientos en creación de empresas. Utilizamos una metodología que recoge elementos del emprendimiento y de la innovación social, y trabajamos desde cuatro perspectivas: el desarrollo personal, la creación de equipos, la parte de negocio y también el desarrollo de comunidad; una metodología accesible para todos los perfiles.


Hacéis mucho hincapié en la importancia de crear equipos diversos, en cuanto a cultura, perfil, edad… ¿Por qué?

Aquí trabajamos la equidad desde la diversidad porque entendemos que está en todas partes; en nuestras ciudades, en las organizaciones, en las familias… Tenemos que aprender a convivir con ella y aprovechar su valor. En nuestros programas, los perfiles son muy variados y eso es lo que le da valor a los equipos, porque consigues diferentes puntos de vista, experiencias… Todo ello hace que, aunque sean proyectos de impacto local, tengan también una visión global.

Para mi, hay un ejemplo muy claro en los ‘17 Objetivos de Desarrollo Sostenible’. Esos objetivos son los mismos para todos porque, de una forma u otra, estamos viviendo los mismos retos, así que no tiene mucho sentido que cada uno los trabaje desde su casa. Si ponemos en común los problemas de cada contexto, conseguiremos un impacto mayor.

En este proceso, también habéis creado Diversity4equality como empresa…

¡Sí, justo estamos en proceso de constitución de cooperativa! Empezamos en 2018 con Africa Basque Challenge, pero luego nos han surgido oportunidades para llevar el programa a otros territorios, fuera del País Vasco y de África, así que el nombre ya no tenía mucho sentido… Más que un concurso de emprendimiento, nuestra intención es crear una comunidad. La iniciativa surge con el objetivo de construir esta especie de coworking digital donde todas las personas participantes puedan conectar, recibir apoyo, acceder a posibles fuentes de financiación que también se encuentran en la plataforma… Ésa es la idea.

De cara al año que viene, tenemos ya varios países que se quieren sumar al programa; siempre con el objetivo de trabajar desde la diversidad para dar solución a retos globales. Además, también estamos impartiendo formación y asesoría a organizaciones que quieran introducir estas metodologías en sus formas de trabajar.

Vía SPRI