La visión de Andoni García Larrucea

Andoni Garcia Larrucea

Andoni García Larrucea Presidente de Enkarterri Group y CEO de Laenk y Ambilur (Grupo Laenk)

La Asociación Empresarial de la Comarca de las Encartaciones, Enkarterri Group, surge en 2010 desde la iniciativa de un grupo de empresas locales que, a pesar de naturalezas y actividades empresariales totalmente diversas, son capaces de identificar un gran número de denominadores comunes, afines a sus recursos, estrategias y ubicación comarcal.

En definitiva, hablamos de un proyecto empresarial cimentado sobre la identidad local, donde actores de muy distintos sectores buscan la generación de oportunidades para sus empresas y para el desarrollo comarcal.

Y presidiendo Enkarterri Group encontramos a Andoni García Larrucea, que alterna estas funciones con las propias de sus empresas Laenk S.L. y Ambilur S.L., dedicadas al tratamiento control del Agua y del Medio Ambiente (Calidad Ambiental de Interiores (CAI), Desinfección, Desratización y Desinsectación (DDD)).

Andoni, cuéntanos un poco cuál ha sido la trayectoria de Enkarterri Group hasta el momento, dónde ha centrado su actividad.

Este año cumplimos nuestro X aniversario. Un análisis retrospectivo nos desvela que hemos vivido tres periodos estratégicos que permiten entender quienes somos.

Primero, una fase de gestación de la asociación. En un entorno devastado por la decadencia empresarial en la comarca, caída de los sectores tradicionales de actividad, pérdida de tracción económica y ausencia de polos de referencia, los empresarios locales nos revelamos ante esta situación. Ante la ausencia de estrategia de impulso empresarial, nos empeñamos en encontrar claves convergentes desde la multi sectorialidad y multi realidad empresarial de nuestras Pymes.

Posteriormente, elaboramos el Plan Estratégico 2014-2019. Es una fase de musculación asociativa y credibilidad en nuestra Misión, Visión y Valores Fundamentales. No existen referencias en ningún entorno del que aprender, hemos de ganarnos la confianza de empresarios, sociedad e instituciones para sumar asociados y concretar el proyecto. Lo pudimos lograr a través de tres líneas de acción: impulsar servicios en un marco de colaboración para los propios asociados, proponer líneas de tracción económica y de colaboración con las Instituciones, y proyectarnos y visualizarnos como un agente representativo y participativo en clave de desarrollo comarcal.

Por último, el periodo que cubre el Plan Estratégico 2020-2025. Tras una reflexión profunda de la realidad vivida, disfrutada y sufrida, llega el momento de poner en valor nuestras fortalezas adquiridas.

El Proyecto de Responsabilidad Social Empresarial Enkarterri Green (lanzado en 2017) y su alineamiento perfecto con los ODS de la agenda 2030, se convierte en nuestro eje vertebrador y tractor a nivel individual y comarcal. Sin duda, es nuestro motor propulsor junto a los servicios avanzados a los asociados que a partir de este año saldrán a la luz.

¿De qué cantidad de empresas estamos hablando, participando de esta iniciativa de desarrollo de la comarca?

En la actualidad somos una fuerza próxima al centenar de empresas, que disponen de centros de decisión y ejecución ubicados en Enkarterri. Estimamos que este número de asociados viene a suponer un 40% de las pymes de la comarca, estando implicados con Enkarterri Group las más representativas, sin ningún género de dudas. Hay empresas de todos los tamaños, formas y colores, pero todas encuentran un marco de interés propio y de participación solidaria y comunitaria. Más del 50% de las empresas se han acreditado en el Sello de Responsabilidad Social Empresarial Enkarterri Green.

Por otra parte, contamos con un grupo de Socios Protectores, donde se enmarca un buen nutrido número de los 11 ayuntamientos de Enkarterri (algunos faltan) y de empresas significativas –no necesariamente de Enkarterri– que se identifican con  nuestro proyecto. Adicionalmente, la figura del Socio Patrono es para nosotros de gran importancia, donde Zabalgarbi y Laboral Kutxa nos han dado su apoyo y confianza desde el momento de nuestro nacimiento en 2011.

Arrancáis nuevo proyecto, como espacio de conexión entre todos los agentes locales y, sobre todo, de lugar donde surjan y se compartan todo tipo de iniciativas y oportunidades. ¿Qué esperas de este “Enkarterri Green”?

Enkarterri Green es un sello de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), de compromiso, de armonía empresarial, de consideración y participación con las personas de nuestras empresas, de identificación y consideración con la sociedad de Enkarterri, y de respeto y conservación del medio ambiente. Todo ello queda definido, trabajado y medido durante el proceso de formación y certificación, desde el soporte de consultores externos y desde la auditoría independiente que realiza Adok (empresa auditora con acreditación ENAC) para la acreditación final.

Con Enkarterri Green integramos y alineamos una forma de ser y de trabajar, posibilitamos un modelo participativo y colaborativo entre los asociados mediante ejes transversales, y finalmente nos implica como agentes y entes activos del desarrollo de Enkarterri. Un estudio jurídico realizado por la firma Garrigues pone de manifiesto la credibilidad, bondad y fortaleza del sello Enkarterri Green, su viabilidad para ser reconocido sin ningún tipo de temor en el marco de la RSE, su capacidad para ser valorado como certificado acreditativo de alto nivel, y su estado competitivo frente otras acreditaciones en el marco de la RSE.

Su consideración por nuestras instituciones sin cortapisas, la máxima extensión y participación de las empresas de Enkarterri, su difusión a todos los escenarios y niveles, su potencial para ser adoptado por nuestras propias instituciones, su extensión igualmente al plano cultural y deportivo… nos permite visualizar una Enkarterri transformadora, diferencial, generadora de espacios de creatividad, y atractiva para la inversión y el desarrollo económico del que tanto adolecemos y necesitamos desde muestra actividad empresarial.

Tanto desde Enkarterri como en Laenk, vuestra visión tiene siempre un componente de cuidado del medioambiente. ¿Dirías que se están poniendo los medios suficientes para su adecuada protección? Porque desde 1997, en que se firmó el protocolo de Kioto, se dan pequeños pasos hacia delante, pero también algunos notables hacia atrás, como la retirada de los EEUU (ahora rectificada por la nueva administración Biden), las continuas negativas de China…

En nuestras empresas, Laenk y Ambilur, trabajamos para preservar el medio ambiente, controlar las instalaciones y la velar por la salud de las personas, todos ellos expuestos a agentes fundamentales como son el agua, el aire de interiores (tan importante o más que el exterior, por su dificultad de renovación y tiempo de exposición) y las DDD.

Agua y aire son vitales para la vida y para la actividad cotidiana e industrial, pero si son desconsiderados y no atendidos correctamente, se convierten en elementos sumamente agresivos, propagadores de infecciones y críticos en términos de salubridad.

Profesionalmente llegamos a una conclusión que excede la trivialidad: el ser humano es el resultado de lo que ingiere y lo que respira, y el primer eslabón de la cadena de la vida nace de la naturaleza, del medio ambiente, de la calidad y naturaleza del agua y del aire. Hemos comprobado y sufrido en esta época de pandemia lo insignificante que somos ante la vida y la naturaleza, tanto respecto a su fuerza de regeneración positiva como respecto a su poderío para jugar en contra del género humano.

No tiene sentido querer dominar y supeditar a nuestros intereses a un ente superior a la humanidad. Todo lo que se trabaje y se legisle en aras a la conservación y calidad de la naturaleza no será en vano. Más le vale a la especie humana saber aplicar su inteligencia

y ser consciente de sus limitaciones, para considerar el medio ambiente muy por encima del propio rédito económico y de las conveniencias sociales. No queda más remedio que los pasos hacia adelante sean superiores a los de retroceso y creo que, a pesar de muchas trabas, baches y egoísmos particulares, se está enfocando sin vuelta atrás.

Y en nuestro país, ¿cómo estamos en materia medioambiental? ¿Están haciendo las distintas administraciones sus deberes?

Todo lo que se haga es poco. Personalmente, creo que hay mucho por andar y recorrer. Aún debemos de alinearnos con mayor decisión y exigencia legal. Estamos supeditados unos a otros, no es una cuestión de voluntad unilateral de un solo país; es un compromiso global. Es pasar del concepto “yo” al concepto “nosotros”. Estamos acostumbrados a resolver nuestro problema sin analizar la implicación colateral, a veces más grande que el propio problema.

Las instituciones de nuestro país deben ser ejemplo en este hacer. Pero no depositemos la responsabilidad exclusivamente en las administraciones, las cuales  deben  de  ser claras, transparentes, exigentes, aleccionadoras y ejemplarizantes. Hay mucho que hacer desde espacios locales o cercanos a nosotros, incluso desde una exigencia individual: decidir por un proveedor o un producto determinado, valorar una compra más allá de su precio, principios de consumo, minimizar huellas de carbono… ¿Qué hacemos en nuestros negocios y a nivel personal, en este sentido? ¿Estamos dispuestos cada uno de nosotros a pagar un peaje de compromiso, o nos refugiamos en que lo paguen otros? Empujemos, apostemos desde nosotros mismos, desde nuestra  responsabilidad cotidiana, obliguemos a las instituciones, cada uno de nosotros somos sociedad. En Enkarterri podemos también caminar en este sentido. El sello Enkarterri Green es una buena herramienta.

Para terminar, Andoni, si hay un único efecto colateral positivo de la pandemia que estamos sufriendo (entiéndase bien: nadie pretende dar nada por bueno, solo resaltar un efecto), es que los confinamientos en las grandes ciudades están arrojando cifras de calidad del aire que hacía muchos años que no se alcanzaban. ¿Es algo que se podrá sostener cuando pase todo esto? Resume muy bien esta pregunta mis argumentos anteriores. No es fácil. “La cabra tira al monte “. El humano es el único que ser que tropieza dos veces en la misma piedra. Los intereses económicos prevalecen y aplastan otras consideraciones. Individualmente, compramos en base al precio más bajo –hasta de una manzana– sin otra consideración. Viajamos, consumimos, sin miramientos sostenibles… Somos de memoria frágil.

No obstante, yo tengo confianza en la inteligencia del ser humano. Creo sinceramente que los pasos se han iniciado y se avanza a gran velocidad. Se buscan energías alternativas a los hidrocarburos tradicionales, se minimiza la combustión, se impulsan energías alternativas, se apuesta por el hidrogeno verde, se ponen en juego grandes cifras de inversión e investigación.

No hay vuelta atrás, pero no sirve solo con iniciar los procesos, hay que crear una sociedad de consumo y de costumbres compatible para poder continuar y asentar las alternativas de forma sostenible.

Y lo que es crucial, a mi entender: no solo hay que pensar en resolver el problema en Occidente o en las sociedades avanzadas, exclusivamente, y  desde  espacios  o posiciones de confort. Es más fácil reclamar y buscar soluciones cuando se vive en la riqueza, en el poderío económico, o en la comodidad occidental. La vacuna para la COVID-19 la necesita todo el mundo, no solo los países ricos; de lo contrario, dudo de la solución. En el planeta azul vivimos muchos, y todos dependemos de todos. Nuestra Asociación Empresaria Enkarterri Group también se alinea en este fundamento de futuro a nuestro nivel y contexto. Enkarterri Green es una Responsabilidad Social que debe posibilitar que este pensamiento aterrice y toque suelo. Para ello, en breve daremos un paso más, un paso que es crucial para que sea de máxima utilidad y uso: queremos que sea “inteligente”. Nos cimentamos y vinculamos por un principio de cohesión entre vida social, medio ambiente y economía en nuestro ecosistema Enkarterri. No vale de nada el éxito o la solución económica individual, degradando al vecino, deteriorando o descuidando nuestro entorno. Si no puedes respirar, si no dispones de agua, si no hay mínimos sociales, no podremos ni disfrutar del éxito conseguido.

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